Por fortuna, el huracán Raymond resultó ser más benévolo con las costas del Pacífico mexicano que su hermano menor, Manuel, el cual sólo llegó a depresión tropical pero con un impacto devastador. Guardando las proporciones, algo similar podría ocurrir con la discusión sobre el Paquete Económico 2014. Aunque hubo acalorados debates (con algunos diputados hasta “perdiendo el estilo”), al final la mayoría de los nuevos gravámenes propuestos por el gobierno federal pasaron. Aquellos impuestos que nacieron muertos, como el IVA a las colegiaturas o a los alquileres e hipotecas, han servido a la oposición para enarbolar supuestas victorias en la negociación. Por otra parte, la apresurada discusión de menos de 10 días que está por venir en el Senado puede erigirse como la gran oportunidad de partidos como el PAN para detener algunos despropósitos fiscales o, en su defecto, para apuntalar una retórica de simulación donde se protesta pero no se logra nada más que un fatuo “prestigio” político. Primero el ciclón devastador de los impuestos nuevos; luego, una oposición gritona que, al final, nunca toca tierra.
1-Y ahora vienen los egresos. Si bien es cierto que la Cámara de Diputados ha aprobado la Ley de Ingresos (LIF) 2014 (con cerca de 0.2% menos del monto propuesto por el Ejecutivo, pero aun manteniéndolo en el nivel presupuestario más grande de la historia), la discusión en el Senado como instancia revisora está por iniciar. Los senadores tendrán apenas una decena de días –a diferencia de sus contrapartes que tuvieron más de cuarenta—a fin de hacerle ajustes a la minuta de San Lázaro. El número clave ahora es 66, es decir, los legisladores necesarios para dar luz verde a la LIF. Sin embargo, los diputados y las autoridades hacendarias ya están en plena negociación con diversos actores a propósito del etiquetado, asignación y distribución de recursos, o sea, en la redefinición del Presupuesto de Egresos (PEF). Dado el ruido político, en especial del PAN y un sector de la izquierda, acerca de la eventualidad de “revisar” algunos impuestos avalados por los diputados, ¿qué tan factible es esto? ¿Qué pasaría si la oposición “tira” la LIF? ¿Debería revisarse el proceso de aprobación del Paquete Económico en México?
2-Al borde de un IFE fantasma. Como es sabido, el PAN ha manejado como “moneda de cambio” la discusión y eventual aprobación de una nueva reforma político-electoral, de cara al proceso correspondiente para la reforma energética. El debate sobre la conveniencia de restaurar figuras como la reelección legislativa, sustituir al IFE y a los órganos electorales locales con un Instituto Nacional de Elecciones y, por qué no, la reciente propuesta en materia de equidad de género en las fórmulas de candidatos de partido que presentó el presidente Peña la semana pasada, parecen haber ocultado un asunto de relativa urgencia. El 30 de octubre dejarán sus cargos cuatro consejeros más del IFE, dejando al Consejo General sin cinco de sus nueve miembros al sumar la vacante abierta con la salida de Sergio García Ramírez en febrero pasado. El IFE había solicitado para el ejercicio 2014 un presupuesto de 12.3 mil millones de pesos, aunque ello contrasta con su futuro incierto. ¿Será este IFE mocho una oportunidad para renovarlo por completo? ¿Se apresurarán los tiempos de la reforma política?
3-La homologación del IVA en las fronteras: ¿acierto o error? Desde 1988 –con un breve periodo de interrupción entre 1991 y 1995—, la Ley del Impuesto al Valor Agregado ha considerado una tasa menor del gravamen para aplicarse en la denominada “zona fronteriza”. Dicho porcentaje ha oscilado entre el 6% y el 11%. Esta disposición, en la actualidad incluida en el artículo 2 del mencionado estatuto, tiene como una de sus motivaciones impulsar la competitividad frente a los países colindantes con las regiones limítrofes, los cuales aplican impuestos al consumo menores al de la tasa general de IVA en México (hoy, Guatemala los fija en 12%, mientras en las entidades estadounidenses oscila entre 6% y 10%). Hay algunas localidades que destacan por ser grandes beneficiarias de esa medida –como los estados de la península de Baja California, Quintana Roo y ciudades como Ciudad Juárez, Tapachula, Reynosa y Matamoros—y, por tanto, se han opuesto con vehemencia al incremento de 11% a 16% propuesto por el Ejecutivo federal. De hecho, no han sido pocos los ediles y legisladores sureños –primordialmente de Chiapas—que, incluso, en fechas recientes, han pedido ampliar la definición de “zona fronteriza” y así beneficiar a más comunidades en sus estados. ¿Qué tanto perjudicará la competitividad de las localidades afectadas una eventual homologación del IVA? ¿Realmente se ha abusado de esa figura de excepción y ello genera motivos suficientes para erradicarla?
4-El Fondo de Capitalidad: ¿una “raya más al tigre” de la “alianza” de Miguel Ángel Mancera con el gobierno federal? Las recientes reformas a la Ley de Coordinación Fiscal aprobadas en San Lázaro y sometidas a discusión estos días en el Senado, contemplan un resquicio (de mil millones de pesos) en el Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS) que se asignaría al Distrito Federal –un recurso que se le había negado al gobierno capitalino desde que es elegido en las urnas. Esto se suma al supuesto acuerdo a fin de concretar, probablemente a través del Ramo 33, el Fondo de Capitalidad (FDC) tan ansiado por el actual titular del gobierno local a manera de indemnización por los “costos” de ser la sede de los poderes federales. Los perredistas han estimado su solicitud de presupuesto para el FDC entre 7 y 9 mil millones de pesos anuales. El FDC genera controversia, desde su viabilidad, hasta la manera en la cual sería manejado. No obstante, ¿cómo se inscribe en el contexto de las relaciones entre el GDF y las autoridades federales?
5-El SNTE: ¿malquerido del gobierno? Con todo y sus 1,500 millones de pesos de bonos, salarios caídos y demás, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) presentó este lunes 21 alrededor de 60 mil amparos contra la reforma educativa. Por su parte, este mismo día, la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) estuvo en la Secretaría de Gobernación dialogando acerca de sus peticiones en el marco de la implementación de la mencionada reforma. Ya había trascendido la molestia de algunos miembros del sindicato por el trato “preferencial” que se daba a la CNTE, sobre todo motivado por su beligerancia. Por lo pronto, el SNTE pide, en primer lugar, que las autoridades federales y estatales le den garantías a su sección 59 para dar clases en Oaxaca ante el “impedimento” al respecto dado por la sección 22 de la CNTE . En términos llanos, el alineamiento no paga…¿o sí? ¿Qué “apapacho” requiere el SNTE? ¿Dónde se inscribirán los recientes amparos a la maestra Gordillo en este contexto?
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