La agenda legislativa se encuentra saturada, y ante el temor de que la bola de nieve de las reformas y reglamentaciones pendientes se salga de control, se puede caer en el típico proceso de tachaduras, enmendaduras y creación de inoperantes “Frankensteins” legislativos. Por lo pronto, la pasarela de secretarios de Estado comparecientes durante el proceso de glosa del Informe hará “divertidos” estos días en las cámaras. Así, dado que el Poder Legislativo dará mucho de que hablar en las siguientes semanas, en esta ocasión se atenderán en esta agenda asuntos coyunturales de no menor relevancia, sobre todo porque se relacionan con tres aspectos torales políticamente: la manera de ejercer el poder, aplicar las leyes y crear capital político. Sin embargo, habrá que hacer especial énfasis en aquellas tragedias cuyo impacto resuena con mayor fuerza dados los problemas estructurales emanados de la ineficiencia de esos tres aspectos torales.
1-La Plaza de la Constitución como “plaza del poder”… ¿de quién o para quién? “La toma del Zócalo” por las fuerzas de la Policía Federal durante la tarde del pasado viernes 13 de septiembre marcó un hito en la historia reciente del país. Ni siquiera con el megabloqueo de López Obrador en 2006 se debió recurrir al uso de la fuerza pública –en aquel entonces sólo se acudió a su amenaza creíble—para despejar el área a propósito del desfile militar del Día de la Independencia. Las lecturas y las reacciones varían desde quienes se congratulan de la acción (tardía) de la autoridad ante el plantón de la CNTE, hasta aquellos que ven en el operativo tanto un atentado contra la libertad de expresión, como una muestra de la impotencia negociadora del gobierno. ¿Cuáles son las verdaderas implicaciones del “rescate” de la principal plaza del país para entregarla a un evento desangelado, cada vez más blindado y menos espontáneo?
2-La madre de todas las tragedias: de cuando la naturaleza y la negligencia se combinan. Por primera ocasión en más de medio siglo, dos fenómenos meteorológicos de gran potencia han azotado el territorio mexicano de manera simultánea: el huracán Ingrid en el Golfo, y la tormenta tropical Manuel en el Pacífico. De acuerdo con datos preliminares, alrededor de 1.2 millones de personas estarían afectadas. De nueva cuenta ha quedado al desnudo la marginación en la cual sobrevive un porcentaje importante de quienes, en los últimos años, han engrosado la cifra de la población urbana, cuyo incremento suele equipararse a un indicador de mejora en el desarrollo, aunque la realidad marca lo contrario. Infraestructura pobre, planeación urbana desordenada y el traslado de la pobreza del campo a la ciudad, son cuestiones que destacan cuando ocurren este tipo de golpes de la naturaleza. Independientemente de los avatares propios de la posición geográfica de México, ¿puede hacerse algo para estar mejor preparados para estas contingencias?
3-Televisa vs. Dish: ¿el primer “agujerito” al buque-tanque llamado Ifetel? El 11 de septiembre pasado, cuando el sistema de televisión restringida, Dish, decidió abrir las señales radioeléctricas de Televisa y TV Azteca, el consorcio televisivo propiedad de Emilio Azcárraga contraatacó y optó por demandar a la empresa de señal satelital. Televisa argumenta que Dish ha aplicado el esquema “must carry, must offer”, estipulado en la recientemente aprobada reforma en telecomunicaciones, sin esperar tanto la reglamentación secundaria de la misma, como la puesta en marcha del Ifetel como sucesora de la actual Cofetel. Desde el punto de vista político, y dada la influencia económica de las partes en pugna, éste podría ser el primer gran reto para el nuevo mamut burocrático de 3 mil millones de pesos. ¿Cuáles serán las capacidades reales de sanción y aplicación de la ley del Ifetel, no sólo en los temas de solución de controversias, sino en aspectos clave como el inminente “apagón analógico”?
4-La Constitución del Distrito Federal: ¿el estandarte de batalla de Miguel Ángel Mancera? Este 17 de septiembre, el Jefe de Gobierno capitalino rendirá su Primer Informe tras poco más de nueve meses de gestión. Al igual que sucedió con el presidente Peña, evaluar a Mancera por su atención a problemas estructurales de la entidad sería un tanto injusto. Sin embargo, también como lo hizo Peña, el alcalde podría utilizar promesas de futuro a fin de amainar los vendavales de su presente. La discusión –finalmente—sobre el diseño de una Constitución local ha ido adquiriendo fuerza. De hecho, es uno de los compromisos del Pacto por México. En este sentido, el ex procurador del DF ha tendido a retomar el asunto en las últimas semanas. ¿Cuál sería el beneficio para la capital de contar con semejante instrumento jurídico? ¿Podrá Mancera “rescatar el barco” si se llegara a legislar (y aplicar) los eventuales postulados de dicho documento?
La reproducción total de este contenido no está permitida sin autorización previa de CIDAC. Para su reproducción parcial se requiere agregar el link a la publicación en cidac.org. Todas las imágenes, gráficos y videos pueden retomarse con el crédito correspondiente, sin modificaciones y con un link a la publicación original en cidac.org
