El pasado 11 de junio, la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental cumplió 11 años desde su publicación en el Diario Oficial de la Federación. A pesar de contar ya con más de una década de existencia, la transparencia y la rendición de cuentas permanecen como un “bicho raro” de ambigua comprensión entre la mayoría de los ciudadanos. Peor aún, dada la experiencia de los escándalos protagonizados por funcionarios públicos, legisladores y políticos en general de todos los colores partidistas, en lo concerniente al uso discrecional, opaco y abusivo de los recursos públicos, el ideal de la “caja de cristal” más bien se ha materializado en la realidad mexicana como algo tan impenetrable como la caja negra de una aeronave. Por otra parte, sí hay avances en cuanto a que la población en general tiene mayor acceso a saber de esos abusos, denunciarlos, y ejercer presión social, aunque lo que siga fallando sea la procuración efectiva de la justicia.
1-La enorme opacidad del uso de los recursos públicos. Los recientes escándalos generados por las pugnas internas en el PAN, no llaman tanto la atención por las implicaciones políticas que tengan respecto al futuro de ese partido, sino por el uso discrecional e indiscriminado de las partidas presupuestarias, no sólo de los panistas, sino de los legisladores federales en general. En 2013, en el caso del Senado, los tribunos de todas las bancadas tendrán acceso a un combinado de 707 millones de pesos, los cuales sólo son fiscalizados por autoridades endógenas y no son objeto de la regulación federal en materia de transparencia y rendición de cuentas. La propuesta de reformas al IFAI y a su marco jurídico de referencia –congelada desde septiembre pasado—, ya contempla como sujetos obligados a los tres poderes de la Unión, pero deja fuera a entidades como los partidos políticos o los sindicatos. ¿Qué queda pendiente para alejar de la farsa a la transparencia en México?
2-El segundo acto del desmembramiento de la oposición. El PRD comienza a presentar los primeros esbozos de una eventual división (otra vez). Esto no sólo se da en el contexto de las próximas discusiones acerca de la reforma energética, sino en el de la futura renovación de la dirigencia nacional del partido. Tal como ha ocurrido con el PAN, la adhesión que hizo Jesús Zambrano y su grupo al Pacto por México, le ha acarreado al líder perredista críticas y abiertos desafíos de otros distinguidos militantes de su partido. El caso más fresco es el de Marcelo Ebrard y su arenga a debatir con el presidente Peña sobre los detalles de la reforma energética, la cual le valió el calificativo de “borracho de cantina” (por picapleitos), de parte de Zambrano. ¿Qué le espera al PRD en los próximos meses? ¿Qué diferencias habría entre su potencial crisis interna y la del PAN?
3-Apoyo a empresas y emprendedores: ¿cuestión de retórica, de eficiencia o de despilfarro? En un acto celebrado en Los Pinos este lunes 24 de junio, el presidente Peña anunció que el Instituto Nacional del Emprendedor (INEM), creado por decreto el 11 de enero pasado, entregará 9 mil millones de pesos (mdp) destinados a respaldar la actividad de micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs). El mandatario anunció cuatro líneas de acción en las que trabaja el INEM: fomento al financiamiento y capital (5 mil mdp), generar habilidades gerenciales (550 mdp), apoyo al acceso a tecnología (500 mdp), y asegurar el acceso a información adecuada por medio de la Red Nacional de Apoyo al Emprendedor. Según estimaciones oficiales, el INEM cubriría a más de 300 mil emprendedores y a 180 mil MiPyMEs. Ahora bien, ¿en verdad esa estrategia de inversión de recursos públicos es la adecuada para impulsar el desarrollo del país?
4-Subejercicios presupuestarios: no es tanto cuestión de tiempos, sino de transparencia. Ya desde hace algunas semanas, el tema de la “no apertura de la llave” de los recursos públicos por parte de la Secretaría de Hacienda ha estado en la agenda nacional. A principios de junio, se decía que se habrían ejercido alrededor de 21 mil millones de pesos menos en los primeros cinco meses de este año, que en el mismo periodo de 2012. Sin embargo, las autoridades federales, encabezadas por el mismo presidente Peña, han señalado que ese nivel de subejercicio es normal durante un periodo de transición de gobierno (en su primer año de gestión, el gobierno de Felipe Calderón subejerció un estimado de 120 mil millones de pesos). Concediendo que esto sea natural, hay varias cosas que preocupan: ¿por qué se subejerce?; ¿está justificado en ciertos casos?; ¿cuál es el destino del dinero que no se gasta?
5-La reforma energética (versión PRD). En una de sus notas de portada, La Jornada establece que “Desde hace 14 años PRI-PAN intentan abrir Pemex a la IP”. Esto no es un secreto. Sin siquiera tocar la Constitución en sus fundamentos, ambos partidos han conseguido abrirle paso a la iniciativa privada en varios rubros vinculados con la paraestatal. Hoy, ante la inminencia de una propuesta de reforma de gran calado por parte de la administración Peña, la izquierda no llega tan consolidada como antaño en términos de su cerrazón respecto de la apertura en el sector. Este 25 de junio, en un acto encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas, el PRD presentará su proyecto en la materia –sin modificaciones constitucionales en juego—, el cual eventualmente llegaría a la mesa del Pacto por México y, “en su defecto”, al Congreso. ¿Qué aspectos positivos tendrá el plan respaldado por la dirigencia perredista? ¿En qué discreparán con él otras corrientes de la izquierda?
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