La semana anterior, la atención de los medios y la opinión pública nacionales se centraron en la detención de Elba Esther Gordillo, ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). No obstante, los últimos días han presentado acontecimientos cuya relevancia se ha visto exacerbada por el “golpe de autoridad” que representó la captura de “La Maestra”. La administración Peña Nieto, justo antes de cumplir sus primeros 100 días, ha decidido lanzar en cascada la convocatoria de las consultas para el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, la Estrategia Nacional de Energía (pilar de las eventuales reformas en el sector, sobretodo en la cuestión petrolera), así como el ejercicio de un reposicionamiento de la figura presidencial ante su partido. En suma, las autoridades federales no han estado de ninguna manera “cruzadas de brazos” en sus primeros meses de gestión. Al parecer, la etapa de “calentamiento” ha terminado; ha llegado el momento de “mostrar el músculo”.
1-El PRI: ¿libre de candados? Durante su breve estancia en la oposición, el PRI encontró conveniente tener candados en sus documentos básicos para ir en contra de políticas que, en su momento, habrían servido a los gobiernos panistas a fin de agenciarse mayores recursos fiscales (IVA en alimentos y medicinas) y desde la principal paraestatal de la nación, PEMEX. Durante su XXI Asamblea Nacional, el partido en Los Pinos (¿o será más preciso decir, Los Pinos en el partido?), si bien eliminó sus restricciones “formales” para, en términos llanos, incrementar los impuestos y abrir todo PEMEX a la inversión privada, también ha colocado un “influyente” candado a sus operaciones internas: la reincorporación, tras cerca de tres lustros de ausencia, de la figura presidencial de sus órganos de dirección y decisión. Ahora, ¿dónde estarán los contrapesos para Peña al seno de su partido?; ¿valía la pena la “sana distancia” entre gobierno y partido?
2-La peligrosa promesa presidencial de “no más intereses intocables”. Como orador principal en la XXI Asamblea Nacional de su partido (tal vez, ahora, más “suyo” que nunca), el presidente Peña, sin mencionar jamás el nombre de Elba Esther Gordillo, dio a entender que su gobierno no cejaría en combatir aquellos intereses contrarios a los de la nación (esperando que no se entienda por “nación” al “gobierno” o, más aún, a “los gobernantes”). Aun cuando la arenga podría interpretarse como una férrea voluntad de decisión del mandatario, también puede dar lugar a interpretaciones que deriven en promesas tácitas de justicia cuyo cumplimiento colocaría más obstáculos que impulsos a la actual administración. Sin embargo, primero que nada es necesario preguntarse: ¿cuáles son los intereses “deseablemente tocables”?; ¿de qué, quién o quiénes depende definir el criterio para “tocarlos”?
3-Mexicanos, ¿con baja autoestima? El sábado 2 de marzo, en un artículo publicado en The Miami Herald, Andrés Oppenheimer señaló que, a pesar de la labor de convencimiento sobre la gran promesa de México como economía emergente realizada desde el gobierno de Peña Nieto (y muy probablemente llevada a cabo desde antes de, incluso, ganar las elecciones), son los mismos mexicanos quienes menos confían en este discurso (todavía). Como es sabido, han sido varios los textos a favor de México en influyentes revistas y periódicos internacionales, así como cabildeos y opiniones por parte de líderes vinculados con México. A fin de colocarse en un término medio, ¿cuáles podrían ser las “fuentes” de esa “baja autoestima”?; ¿estará bien cimentada esa desconfianza o, como escribió Carlos Bravo Regidor, investigador del CIDE, los mexicanos nos enfrentamos al refrán “ten cuidado con lo que deseas porque se te puede cumplir…aunque te niegues a admitirlo”?
http://www.miamiherald.com/2013/03/02/3262162/everybody-is-upbeat-on-mexico.html
4-Gordillo no es ni el alfa ni el omega de los problemas educativos. En un artículo publicado en Reforma el 1 de marzo, la directora general de CIDAC, Verónica Baz, planteó algunas cuestiones relevantes acerca de qué hacer “más allá de Elba”. Ciertamente, la lideresa magisterial no fue la piedra angular del deterioro educativo en México, ni mucho menos de las prácticas corruptas en el liderazgo de su gremio. Asimismo, como indica Baz, “hablar de mejorar la educación es hablar de muchos frentes”. Ahora bien, cuando se estima que 8 de cada 10 alumnos asisten al sistema educativo público, y en un país donde 110 mil jóvenes aspiran a obtener su ingreso a la principal institución pública de educación superior, es imperativo preguntarse qué requiere la educación impartida por el Estado para mejorar; ¿es suficiente la reforma educativa recientemente aprobada?; ¿cómo hacer más eficiente el gasto de 6.2% del PIB en educación?
5-La Estrategia Nacional de Energía: ideales vs. resistencias. El 28 de febrero pasado, el Senado recibió el documento base de lo que podría consolidarse en una reforma energética. El gobierno federal plantea dos grandes objetivos estratégicos: 1) crecimiento del PIB; y 2) inclusión social. En términos generales, el primer objetivo se fundamenta en mejorar las condiciones para la producción y abasto de energéticos –lo cual sin duda involucra mayor, aunque no exclusivamente a PEMEX—, pero también tendrá que ver con el uso eficiente de los mismos. Esto último acaba vinculándose con el segundo objetivo e involucra asuntos complejos como la transición energética y uno polémico y altamente impopular: la redefinición del esquema de subsidios energéticos. ¿Podrán finalmente esos ideales de reforma (nada nuevos, por cierto) vencer las resistencias tradicionales y concretarse en realidades?; ¿son las formas planteadas las que mayor posibilidad de éxito tendrán en caso de implementarse?
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