Año viejo, año nuevo

Luis Rubio (@lrubiof) / Reforma

El fin de cada año viene acompañado de nostalgia por lo que se fue, expectativa por lo que viene, miedo por lo desconocido y optimismo por las oportunidades que el futuro pudiera deparar. Hoy, el último día de un año convulso y complejo, es buen momento para reflexionar sobre lo que grandes pensadores, emprendedores y estadistas contemplaron frente a cada una de estas emociones.

El futuro…algo al que todos llegan al ritmo de sesenta minutos por hora, independientemente de lo que hagamos o seamos quienes seamos…

C.S Lewis, 1941

Debemos confesar que ahora los ricos predominan, pero el futuro será para los virtuosos e ingeniosos

Jean de la Bruyere, 1688

La fortuna no nos puede quitar nada excepto lo que ya nos dio

PubliliusSyrus, c 50AC

En las eras de fe, el objetivo último de la vida se coloca más allá de la vida. Los hombres de esas eras están acostumbrados y, por lo tanto, naturalmente orientados, así sea involuntariamente, a fijar su mirada en un objeto estático hacia el cual siempre dirigen su progreso. Aprenden, en imperceptibles grados, a reprimir miles de deseos pequeños y pasajeros para satisfacer más efectivamente esa añoranza permanente que los atormenta. Cuando estos mismos hombres desean concentrarse en los asuntos mundanos, esos hábitos se convierten en propios. Rápidamente aceptan un objetivo general y seguro para sus acciones y dirigen todos sus esfuerzos para alcanzarlo. Uno no los ve permitiéndose otros proyectos pero nunca se cansan de seguir los planes que nunca se cansan de perseguir. Esto explica porqué las naciones religiosas alcanzan logros tan duraderos. Descubrieron los secretos del éxito en este mundo al concentrarse en el siguiente.

Alexis de Tocqueville, 1831

En política, lo que comienza con miedo usualmente termina en locura

Samuel Taylor Coleridge, 1830

Preocuparse por lo que no ha ocurrido es una seria enfermedad

Solomon Ibn Gabirol, c1050

¿Qué hace alarmante a un tirano? “Sus guardias,” dice el hombre, “y sus espadas, y los chambelanes, y aquellos que le impiden el paso a quienes quieren entrar.” ¿Por qué, entonces, es que cuando traes a un niño frente al tirano rodeado de sus guardias, el niño no tiene miedo? ¿Será que el niño no se percata de los guardias? Ahora bien, si alguien esta completamente alerta de estos, y del hecho que traen armas, y que ha venido precisamente porque se quiere morir, como resultado de algún infortunio, y está buscando una muerte simple en mano de alguien más, entonces tampoco tiene miedo de los guardias, ¿o no es así? ¡No! Porque lo que quiere es exactamente eso que causa que el tirano sea alarmante. Entonces, si alguien no tiene particular deseo de morir o vivir, pero está contento de aceptar lo que le toque en presencia del tirano, ¿qué le impide acercarse sin miedo? “Nada”

Epictetus, c100

Nada es más despreciable que respeto fundamentado en miedo

Albert Camus, c 1940

Es la vida, la vida que importa, la pura vida -el continuo y permanente proceso de descubrirla- ¡y no el descubrimiento mismo!

FyodorDostoevsky, 1868

El mundo está igualmente asombrado -y resentido— ante cada nuevo descubrimiento, pero pronto lo acepta como común y corriente

GertrudeAtherton, 1923

La ciencia es un cementerio de ideas muertas

Miguel de Unamuno, 1913

Lo que un hombre puede inventar, otro lo puede descubrir

Arthur Conan Doyle, 1905

Hay hombres en esta ciudad, y también hay otras personas que vienen de distintos lugares por la razón de su grandeza y bonhomía, que cuentan con mentes de gran inteligencia, capaces de concebir e inventar toda clase de artefactos ingeniosos. Debería legislarse que no deberían copiarse los trabajos y artefactos inventados por ellos para que los inventores no sean privados de su honor.

Estatuto veneciano de comisión industrial, 1495

La pregunta fundamental que uno debe hacerse es ésta: ¿Por qué la gente hace cosas que, en conjunto, dan la impresión de una sociedad totalmente unificada, confiriéndole apoyo total a su gobierno? Para cualquier observador no prejuiciado, la respuesta es, yo creo, evidente: los motiva el miedo. Por el miedo de perder su empleo, un maestro enseña cosas en las que no cree; temeroso de su futuro, el alumno repite las cosas que escucha; por el miedo de no poder continuar sus estudios, un joven ingresa a la Liga Juvenil y participa en cualquier actividad que sea necesaria; el miedo producido por el monstruoso sistema de créditos políticos, lleva a que un padre asuma toda clase de responsabilidades y “voluntariamente” haga todo lo requerido para que su hijo o hija adquiera los puntos necesarios para ser inscrito en la escuela. El miedo a las consecuencias de rechazar estas condiciones lleva a la gente a participar en elecciones, votar por los candidatos propuestos y pretender que esas ceremonias electorales son genuinas; por miedo a perder su sustento, posición o prospectos, van a juntas, votan por cada resolución que se les presenta, o al menos se quedan callados: es el miedo…

Vaclav Havel, 1975

El fundamento del optimismo es puro terror

Oscar Wilde, 1891

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Año viejo, año nuevo: lo pasado pasado está; ahora vienen las oportunidades, si las sabemos asir. ¡Felicidades!

PD Todas las citas provienen de una extraordinaria revista: Lapham’s Quarterly

 

 

 

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Luis Rubio

Luis Rubio

Luis Rubio es Presidente de CIDAC. Rubio es un prolífico comentarista sobre temas internacionales y de economía y política, escribe una columna semanal en Reforma y es frecuente editorialista en The Washington Post, The Wall Street Journal y The Los Angeles Times.