Muy pronto llegará a nuestra sala contenido televisivo ya no sólo de TV abierta y compañías de cable, sino también de internet
Desde los años 30, cuando se comercializó la televisión en blanco y negro, la famosa caja en nuestra sala no ha cambiado mucho en su esencia: sigue siendo una fuente de entretenimiento e información para miles de hogares, a cuya programación y horarios habríamos de adaptarnos. Sin embargo, esto ha ido cambiando desde la década de los 70 con las videocaseteras, y posteriormente con los reproductores de DVD, los cuales le han dado al televidente la posibilidad de jugar un papel más activo al ver películas y otros programas grabados en su TV. Ahora en México, a través de TiVo y su alianza con Cablevisión, tenemos una nueva tecnología cuyo objetivo es cambiar la manera de interactuar con la vieja “caja en la sala”. La imagen del televidente que es presa de los horarios de sus programas favoritos pudiera estar en peligro de extinción.
TiVo es una tecnología que cae dentro de la familia de los DVR (por sus siglas en inglés, Digital Video Recorder), la cual permite grabar el contenido de la televisión para ser visto a cualquier otra hora. Y si bien esto se podía hacer desde que teníamos una videocasetera, TiVo, líder en la familia de los DVRs, va más allá: almacena internamente entre 80 y 300 horas de programación, permite ponerle pausa a la televisión normal y ayuda a los usuarios a buscar sus programas favoritos entre un mundo de canales. Ahora, el televidente puede controlar la hora a la que ve sus programas favoritos, saltarse los anuncios, poner en pausa un programa e incluso controlar lo que sus hijos ven. Se pueden escoger series, actores, géneros y eventos para ser grabados y almacenados. No en balde, muchas personas se han referido a TiVo como el Google de la televisión, mientras que otros lo asocian con Amazon, por el sistema de “memoria” que le permite tener el historial de sus usuarios y eventualmente hacerles recomendaciones personalizadas. En conclusión, los usuarios consideran que tener un DVR aumenta -literalmente- su calidad de vida.
En materia de almacenamiento de programas, las posibilidades que un DVR le brinda al televidente son realmente innovadoras. Dueño de alrededor de 50 patentes y con años de trabajo en el diseño de su hardware, TiVo ha logrado posicionarse como el modelo más exitoso en esta nueva familia de productos.
Como todas las tecnologías nuevas, su adopción no se dará de la noche a la mañana. Para empezar, pocas familias están dispuestas a pagar una cuota mensual por un servicio que no están seguros que lo valga. Los beneficios son difíciles de entender a priori. Esta es la razón por la cual la empresa ha tenido que invertir en publicidad que describe los beneficios. Sin embargo, la evidencia -al menos en los Estados Unidos- sugiere que una vez que el producto es adquirido, los usuarios rara vez cancelan el servicio. Pero no solamente se altera la vida de los usuarios. También ha ido cambiando la manera en que se hace publicidad a través de la televisión. En la medida en que los usuarios adquieren el poder de decidir si ven anuncios o no, las empresas de publicidad han perdido espacios tradicionales y se han visto en la necesidad de buscar formas alternativas de anunciarse. Estas nuevas prácticas incluyen cortometrajes en sitios de Internet (como lo hizo con éxito la BMW), anuncios en los cines antes de las películas, la aparición de productos dentro de programas o películas (como James Bond usando una laptop Sony o manejando un Ford), o bien a través del patrocinio de programas o eventos televisados, como ocurre desde siempre en los partidos de fútbol. Las reglas del juego están cambiado rápidamente para todos los jugadores en la industria.
Y más cambios están a la orden: hace pocos meses, TiVo anunció que había creado un software para ver programas de televisión obtenidos por Internet en la TV, similar a como funciona ya Apple TV, que sincroniza los shows que uno tiene en iTunes con la televisión. El resultado es que muy pronto llegará a nuestra sala contenido televisivo ya no sólo de TV abierta y compañías de cable, sino también de Internet.
Convergencia de contenidos en una misma pantalla y un creciente poder de los usuarios. El resultado es una industria cada vez más abierta, más competida y más concentrada en lo que realmente les importa a los televidentes: contenidos de calidad. Qué maravilla.
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