Desempleo y deficit de habilidades

Educación

Uno de los retos de toda crisis económica es la interpretación de las cifras de desempleo. Estas son importantes y hay que seguirlas de cerca. Pero es un error pensar que el único motivo por el cual no hay trabajo es porque las empresas no tienen recursos para contratar. En la no-contratación de personal también juegan un papel importante las habilidades reales de los individuos: su productividad, visión, experiencia y capacidad para crear valor.

Para entender el tamaño del problema es útil resaltar que hoy existen en México muchas empresas que simplemente no pueden llenar determinadas vacantes y otras que deciden no invertir en el País porque no creen poder encontrar el capital humano que requieren. Incluso, mi lectura de la situación es que buena parte de nuestra población desempleada -en un contexto económico sano- podría tener un empleo si tan sólo hubiera podido estudiar más, si hubiera privilegiado la formación de unas habilidades sobre otras, si hubiera elegido una carrera teniendo más información sobre el mercado laboral a su disposición.

McKinsey Global Institute lo anunció desde 2007 en su estudio titulado “Cómo desarrollar las oportunidades de offshoring en México”: en un escenario donde los empresarios pudieran contratar a todas las personas que entrevistan, éstas solamente contratarían a 20 de cada 100 recién graduados de Ingeniería o a 24 de cada 100 egresados de Contabilidad y Finanzas. Así, aun cuando México tiene una ubicación estratégica y una población joven, carece de capital humano para atraer inversión y ser un proveedor de servicios con alto valor agregado.

La mejoría del problema educativo de México es un proceso gradual. Sin embargo, hay medidas que se pueden tomar ya para que cada año miles de jóvenes escojan una carrera considerando la variable económica. Dichas medidas tienen que ver con la información, los incentivos por parte del sistema educativo y las decisiones que toma cada quien.

Una encuesta llevada a cabo por Defoe Experts in Social Reporting muestra que las personas no saben en realidad cuáles son las carreras mejor pagadas en el mercado nacional. De esta forma, lo primero que podríamos empezar a reducir es la brecha entre lo que las personas piensan y lo que los datos duros revelan.

Por otra parte, en México la formación de profesionistas es sumamente inflexible. Es decir, no se adapta a lo que el mercado está recompensando. Por décadas, los egresados de determinadas carreras han generado más dinero que los de otras carreras. En un mercado laboral que responde a las leyes de la oferta y la demanda uno pensaría que esto llevaría a más mexicanos a elegir estas carreras mejor pagadas, pero no es así.

La buena noticia es que esta situación ofrece grandes oportunidades de innovación tanto para el sector público como para el privado.

El Gobierno podría atender los problemas de información -además de resolver los problemas estructurales del sistema de educación. Un buen ejemplo de esto es el “Observatorio Laboral”. Un paso más allá implicaría preguntarles a los principales empleadores de México cuáles son las habilidades que estarán buscando en los próximos 10 años, considerar estos datos en los planes de estudio e informar a la población al respecto.

En lo que al sector privado respecta, han habido grandes oportunidades y todavía las hay. Para casos de éxito en este sector tenemos desde lo que ha logrado el Tecnológico de Monterrey, que lleva décadas llevando egresados a altos mandos en todo tipo de empresas, hasta la estrategia de otros actores como Grupo Icel, que comenzó estableciendo escuelas de computación cerca de las estaciones de metro en la capital.

Otra área donde hay oportunidades es en la asesoría personal. Aquí, la mayor barrera es que muchas personas no están conscientes de lo que no saben; piensan que sus currículums están bien, que su desempeño en las entrevistas de trabajo no tiene mayor problema y que si no consiguen empleo es probablemente por culpa de alguien más: la universidad, el Gobierno, la crisis, etc. Este nicho es uno que ha empezado a ser aprovechado por empresas de recursos humanos como Monster y Manpower, que cada vez prestan más atención a que las personas realmente posean las herramientas para alcanzar mejores opciones laborales.

Las oportunidades hacia el futuro no estarán solamente en orientar a las personas para ser mejores ingenieros o abogados. El tema de las capacidades está en todo tipo de profesiones y se extiende por todo el País.

La crisis actual no habrá sido en balde si más jóvenes, apoyados por sus padres, comienzan a pensar estratégicamente sobre su futuro profesional y a basar sus decisiones vocacionales en datos reales y no rumores. O si los que ya estamos en el mercado laboral nos preparamos continuamente para ser cada vez de mayor utilidad en nuestras organizaciones.

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