Despega industria aeronaútica

Se puede deducir con facilidad que el contexto económico actual perjudicará a muchos sectores de la economía mexicana. Sin embargo, es importante y alentador notar que existen algunos, como el aeronáutico que podría tener oportunidades de desarrollo.

Desde principios del siglo pasado ha existido en México actividad en el sector aeronáutico. Sin embargo, fue hasta la última década cuando el sector alcanzó una importancia sin precedentes para la economía y el desarrollo del País. Tan sólo de 2002 a 2007 se estima que México elevó en un 52 por ciento sus exportaciones en este ramo. El reporte de Producen, Centro de Inteligencia Estratégica de Baja California, muestra que existen 186 plantas del sector que emplean a más de 20 mil personas. El éxito se explica por factores como nuestra ubicación geográfica, una mano de obra calificada pero de menor costo que en Estados Unidos y Europa, los tratados de libre comercio, y el antecedente de la industria automotriz.

Este último punto es crucial. La industria aeronáutica tiene diferencias y similitudes con el sector de las armadoras. Por una parte, difieren en el número de partes involucradas, la complejidad del ensamblaje, el volumen de producción y la duración de los ciclos de producción. Por la otra, los sectores son similares en tanto que producen artículos complejos, necesitan ingenieros y técnicos especializados y requieren de una cadena de proveedores que van desde la fabricación de partes hasta el armado e integración de los sistemas. Además, el éxito que tuvo la industria automotriz en México volviéndose un proveedor estable y seguro del mayor mercado de consumo del mundo, ha contribuido a crear una marca que brinda confianza a los inversionistas extranjeros.

A la luz de sus características, es fácil entender que esta industria es fuente de empleos bien remunerados, de producción de partes de bastante valor agregado y hasta de innovación en éste y otros sectores. Debido a ello no se pueden perder de vista las oportunidades que ofrece el entorno actual.

1. La competencia histórica entre Boeing y Airbus, así como la entrada de China a la producción de aviones y la calidad que ha logrado la brasileña Embraer, son indicativos de la creciente competencia en el sector. Esto llevará a las empresas a buscar una reducción en costos y se espera que sigan subcontratando más procesos.

2. El crecimiento de la clase media, sobre todo en China e India, llevará a millones de personas a viajar en avión por primera vez, aumentando la demanda de estos.

3. El incremento en el precio de la turbosina ha llevado a algunas empresas a renovar su flota y a invertir en mantenimiento, con el objetivo de que los aviones sean más eficientes.

4. El terrorismo y el creciente énfasis en la seguridad han aumentado las exigencias para ser proveedor de la industria. Sin embargo, con la firma del tratado bilateral en materia de seguridad, las certificaciones que antes realizaba la FAA en EU se pueden ahora llevar a cabo en México. Asimismo, además de los estadounidenses, solamente los productores establecidos en Canadá y México pueden acceder a contratos militares de Estados Unidos.

Estos son los datos del entorno, pero lo relevante es entender qué se requiere de nuestra parte para que la industria crezca y se consolide de manera sostenida. Por lo pronto hay dos puntos que los expertos señalan como cuellos de botella: el capital humano especializado y la infraestructura aeroportuaria.

Al respecto del capital humano, la industria requiere no sólo ingenieros especializados, sino también expertos en temas relacionados con la aeronáutica. En muchos países la industria ha buscado talento en la industria electrónica y en la industria automotriz. Sin embargo, inclusive estos trabajadores requerirían de capacitación adicional. El cuello de botella ha sido ubicado por el Gobierno y por instituciones educativas como el Politécnico y el Tecnológico de Monterrey. Sin embargo, mientras los niveles educativos del País sean deficientes, seguirán habiendo obstáculos en el corto plazo y mediano plazo.

Por otra parte, en el tema de infraestructura aeroportuaria es importante notar que, si bien en otros países a los aeropuertos se les ha visto como eje de muchas más actividades, en México éstos siguen rezagados en términos de inversión y adecuación a actividades como las incluidas en el sector aeronáutico. En la medida en la que el sector aeronáutico pase a actividades más complejas se requerirá una mayor inversión. A esta tendencia responde el complejo de Bombardier en el aeropuerto de Querétaro.

La industria aeronáutica es el tipo de industria a la que queremos emigrar. De nosotros depende qué tan turbulento será su camino a la madurez.

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