El nuevo aeropuerto

Transporte

La construcción del nuevo aeropuerto será quizás la obra local de arquitectura más compleja que buena parte de los habitantes de la Ciudad de México atestiguaremos. Por esto, y porque son pocos los aeropuertos que se construyen en el mundo al año, es difícil tener una opinión informada.

A continuación cinco puntos que ayudarán para ser mejores críticos del proyecto.

Expansión urbana.

El aeropuerto de Gibraltar, que se construyó en la Segunda Guerra Mundial, hoy está en medio de la acción. En vez de esperar a que pase el tren, los coches esperan a que cruce el avión para avanzar. Asimismo, el aeropuerto Congonhas en Sao Paulo, Brasil, presenta uno de los aterrizajes más difíciles en el mundo por estar a sólo cinco millas del centro de la ciudad.

Y si bien, que un aeropuerto esté en el centro de la ciudad es complicado, que esté lejos también es un inconveniente. Con el nuevo aeropuerto, una pregunta clave es cómo se garantizará que la mancha urbana no invada el aeropuerto, sobretodo considerando que será un gran motor económico, y cómo se planeará para que existan las vialidades adecuadas para llegar a él.

¿A tiempo?

Cualquier cliente de un arquitecto sabe que nunca cumplen con los tiempos señalados inicialmente. Por lo tanto, ¿por qué pensaríamos que una obra de esta magnitud será terminada a tiempo?

Justo en agosto de este año renunció el alcalde de Berlín porque el aeropuerto que esperaban inaugurar en 2012 se reprogramó para 2016. En México no sería extraño ver una situación donde los tiempos políticos se contrapongan con los tiempos de los arquitectos y los ingenieros. Y, peor aún, nos podríamos encontrar en la trampa transexenal…donde un gobierno culpe al otro de los errores y viceversa.

Errores

Los aeropuertos son particularmente propensos a tener errores. El aeropuerto de Berlín, mismo que aún no entra en operación, tiene defectos en su sistema de protección contra incendios mismo que está siendo removido, rediseñado y reinstalado. En 2004 se colapsó el techo de cristal y metal de la terminal 2E del aeropuerto parisino Charles de Gaulle, donde cuatro personas murieron y aún más hubieran fallecido de no ser por la evacuación que se realizó cuando un policía notó que se estaba cuarteando el techo. Asimismo, al construir el aeropuerto de Denver en Estados Unidos aumentaron los costos previstos en 560 millones de dólares y hubo una demora de 16 meses. La razón fue el fracaso de un ambicioso sistema donde todo el manejo del equipaje iba a ser completamente automatizado.

Costos y corrupción

¿Por qué es tan caro construir un aeropuerto? Los aeropuertos son obras de infraestructura de una complejidad que supera la de un edificio tradicional o una mera carretera. Se necesita la superficie adecuada, un impecable control de los materiales y sistemas de drenaje, un puntilloso sistema contra incendio, etc. Las pistas también deben estar preparadas no sólo para el impacto de los aterrizajes, sino para la acumulación del caucho. Si aquí en México, la corrupción e ineptitud en el manejo de la Autopista del Sol han hecho que se repavimente cientos de veces, ¿qué nos espera si replicamos este modus operandi en el manejo aeropuerto? ¿Quién y cómo se llevará a cabo la vigilancia en la construcción y operación posterior de esta obra?

¿Un hub?

Existen aeropuertos cuyo objetivo es permitir que se llegue a un destino final y otros cuyo objetivo es, además, servir como un nodo para conexiones, como es el caso del Aeropuerto de Panamá. En el anuncio de nuestro nuevo aeropuerto se presentó a éste como un hub que incluso conectará a Asia con Latinoamérica. Sin embargo, si esto no se planea bien y el número de vueltos finalmente aterrizando en la Ciudad de México es menor al esperado, podríamos acabar con un aeropuerto mucho más grande del requerido.

La comunicación del gobierno ha sido impecable cuando del video, la maqueta y la publicidad se trata. Es, además, imposible no emocionarse con este nuevo proyecto. Pero el problema no está ahí –en las fortalezas de esta administración–, sino, potencialmente, en la planeación, la transparencia, la rendición de cuentas, y en que los funcionarios acepten responsabilidad por sus errores. Y a falta de contrapesos en nuestro sistema de gobierno, es la sociedad quien deberá estar vigilante.

La reproducción total de este contenido no está permitida sin autorización previa de CIDAC. Para su reproducción parcial se requiere agregar el link a la publicación en cidac.org. Todas las imágenes, gráficos y videos pueden retomarse con el crédito correspondiente, sin modificaciones y con un link a la publicación original en cidac.org

Comentarios