¿Qué está en juego en el tema energético hoy? A continuación algunos puntos importantes para no-expertos en el tema.
La reforma energética era importante pero ahora es urgente. La urgencia proviene de que Estados Unidos, a quien le exportamos alrededor del 80% de nuestro petróleo, se volverá autosuficiente energéticamente en los próximos 10 años. Esto cambia las reglas del juego no solo para México sino también para otros países como Canadá, que desarrolló buena parte de su industria energética con el fin de venderle a su vecino del sur.
Este cambio en el mapa se debe, principalmente, a la revolución del shale gas en Estados Unidos. Desde hace 30 años se conocía la existencia de este combustible pero apenas en años recientes se ha desarrollado la tecnología para la extracción y la infraestructura para su transporte. ¿Qué plan tiene México si Estados Unidos nos deja de comprar petróleo? Este cambio en el mapa energético debe estar presente en el debate.
Aunado a lo anterior, es importante no dar por hecho que los precios del petróleo se quedarán igual de altos. La historia muestra que las caídas en los precios del petróleo suceden tomando desprevenidos a muchos. Hoy el incremento del número de exploraciones en aguas profundas en el mundo, el acceso a más combustibles como el shale gas y un uso más eficiente de combustible en la industria automotriz, son solo algunos de los puntos que nos alertan sobre una posible caída en los precios del petróleo.
Está claro que no tiene sentido hacerlo todo. Pemex lleva a cabo muchas actividades donde no es competitivo, siendo el cuello de botella del desarrollo energético del país. El sexenio pasado, se habló mucho sobre incrementar la capacidad de México para refinar. Sin embargo, con los recursos que se requieren para construir una refinería en México podríamos comprar varias en Estados Unidos. Hay exceso de capacidad para refinar en la región. Existen expertos que consideran que México debe tener refinerías por un tema de seguridad energética. El tema puede debatirse pero queda claro que inversión en refinación es inversión que no se está yendo a otras áreas del sector donde sí somos competitivos y donde podríamos beneficiarnos más.
Sin reforma eléctrica no hay reforma energética. Es tan importante hablar de una reforma en el sector energético como de una reforma en hidrocarburos. Se tiene que hablar de la falta de apertura y competitividad de Pemex pero también de la ineficiencia de CFE. Hoy las tarifas eléctricas para la industria representan el doble de las tarifas del promedio de los países de la OECD. Las tarifas no responden a una lógica que favorezca el desarrollo económico, ni a un uso más eficiente de la energía. Y el regulador no puede sentar las bases para tener tarifas que respondan a una lógica de mercado porque estas son fijadas por Hacienda.
Hacia energías limpias. México se autoimpuso una meta en ley que casi nadie cree que se pueda cumplir: 35 % de la generación eléctrica a partir de energías limpias para el 2024 para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Para mitigar el fenómeno del cambio climático asociado, hay que plantearse con seriedad la discusión sobre las energías renovables y, por qué no, la nuclear. Asimismo, hoy existen empresas que están dispuestas a llevar a cabo proyectos de energías renovables. Hay un buen esquema regulatorio básico, pero se deben vencer muchas resistencias, particularmente de la CFE. Si México quiere avanzar en esta materia tenemos que traer el tema a la mesa.
La mejor forma de que el petróleo beneficie a todos los mexicanos es poniendo la lupa sobre los datos objetivos. No hay tiempo ya para seguir anclados en los mitos y escuchar discursos ideológicos. El mundo no nos va a esperar.
La reproducción total de este contenido no está permitida sin autorización previa de CIDAC. Para su reproducción parcial se requiere agregar el link a la publicación en cidac.org. Todas las imágenes, gráficos y videos pueden retomarse con el crédito correspondiente, sin modificaciones y con un link a la publicación original en cidac.org