En octubre de este año se llevarán a cabo los Juegos Panamericanos en la ciudad de Guadalajara. Llegarán al País 5 mil 300 atletas de 42 nacionalidades. Hasta ahora ha prevalecido el entusiasmo; sin embargo, el saldo final de este evento lo sabremos hasta años después y será el efecto de nuestra capacidad para planear a corto y mediano plazo, coordinar al sector público con el privado y, finalmente, aprovechar coyunturas particulares para impulsar el desarrollo.
Ser anfitrión de un importante evento de juegos deportivos puede ser una gran oportunidad; difícil olvidar la escena del ex presidente de Brasil, Lula da Silva, llorando de emoción cuando Brasil consiguió las Olimpiadas para el año 2016. Pero también, echar la casa por la ventana puede resultar una muy mala idea si no se planea bien: ahí está el caso emblemático de Montreal que, para las Olimpiadas de 1976, presupuestó 124 millones de dólares y acabó incurriendo en una deuda de 2,800 millones.
Los juegos deportivos, en este caso los Panamericanos, son una gran oportunidad para tener beneficios concretos como más capital para infraestructura carretera, instalaciones deportivas o incremento del turismo nacional e internacional; asimismo, existe mucha inversión privada, como ocurre con la construcción de hoteles. A esto hay que sumarle los beneficios intangibles, como puede ser el incremento del orgullo de pertenecer a una ciudad, un mayor sentido de comunidad y el fortalecimiento de la marca de un país o incluso de una ciudad.
Expertos de la Universidad Iberoamericana y de la Universidad Estatal de California han estimado que los Juegos Panamericanos en Guadalajara tendrán una derrama económica de 2 mil 702 millones de dólares. Este monto es cuatro veces el valor total de las exportaciones de tequila registradas en Jalisco durante el 2010. Mientras tanto, la inversión será de mil 343 millones de dólares, equivalentes al .13% del PIB nacional, de los cuales 22% provendrá del sector privado. Por otra parte, en términos de empleo se estiman también una serie de beneficios, pues los empleos generados vía este evento llegarán casi a 50 mil.
Pero ante este escenario, ¿cuáles podrían ser los riesgos? y ¿qué podría salir mal?. Aunque los números se ven prometedores, en este tipo de eventos la experiencia demuestra que siempre hay grandes varianzas entre lo que se presupuesta y lo que se acaba gastando. También, dado que no hay experiencia previa, es más complicado planear para imprevistos. Con respecto a la inversión en instalaciones, es común que algunas de ellas o no se vuelvan a utilizar o se construyan estadios que nunca más se vuelven a llenar. Por último, si bien es positivo que se obtengan muchos recursos para invertir en infraestructura, la mala planeación y las prisas pueden llevar a un aprovechamiento ineficiente.
Con respecto a los salarios, el articulo titulado “Is It Worth It?”, escrito por Adrew Zimbalist y publicado en la revista Finance Development, muestra que, si bien se generan muchos salarios eventuales, en el caso de los Juegos Olímpicos no hay una correlación entre el evento y un incremento en los salarios de la ciudad o región. Asimismo, el artículo concluye que la economía de los eventos deportivos es compleja; no se puede generalizar.
Aunque los números de los Juegos Panamericanos se ven prometedores para la Ciudad de Guadalajara, no sabremos el saldo hasta algunos años después. Hoy, sin embargo, lo importante es vislumbrar que estos juegos pueden marcar el comienzo de un País que utiliza este tipo de eventos para pensar en la política pública del deporte, promover a los jóvenes atletas, posicionar con hechos y buena organización la marca de la ciudad, el estado y el país, y mostrar que México podría en el futuro ser candidato para una Olimpiada o un Mundial. ¿Por qué no?
La reproducción total de este contenido no está permitida sin autorización previa de CIDAC. Para su reproducción parcial se requiere agregar el link a la publicación en cidac.org. Todas las imágenes, gráficos y videos pueden retomarse con el crédito correspondiente, sin modificaciones y con un link a la publicación original en cidac.org
