Los apagones que afectaron el área metropolitana de la Ciudad de México en el arranque del 2008 hicieron patentes los serios problemas que afectan y seguirán afectando a Luz y Fuerza del Centro (Luz y Fuerza). Los apagones son resultado de varios factores. Lo más preocupante es que, una vez que se revisa la manera en que se llegó a este momento de crisis, no es claro que la solución a los problemas que minan a este organismo público vaya a ser inmediata, ni fácil. Contra lo que se repite comúnmente, las enfermedades que aquejan a Luz y Fuerza difícilmente se resolverán asignándole más presupuesto al organismo, ni siquiera la cuestión técnica de mejorar en el corto plazo la confiabilidad del suministro eléctrico en la Ciudad de México.
En el fondo, los eventos recientes ponen en evidencia las dificultades que el Estado tiene para conseguir que este organismo cumpla de manera satisfactoria la misión de servicio público eléctrico que la Constitución le encomienda, y que consiste en satisfacer de manera continua, regular y uniforme las necesidades de energía eléctrica de la población en el área metropolitana de la capital.
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