14 mitos

Derechos Humanos

Mitos, puros mitos, son las imágenes que arroja el entorno electoral. Esas historias imaginarias que sobredimensionan la realidad, son un poderoso instrumento de la política. En algunos casos los mitos son positivos, en otros perniciosos, pero no dejan de ser mitos al fin y al cabo. Algunos políticos construyen o apelan a ellos para impulsar sus candidaturas o defender una causa, otros los aprovechan para montarse en la cresta de una ola y evadir toda explicación sobre sus verdaderos intereses u objetivos. En algunos casos, Montiel dixit, los mitos torpemente construidos acaban revirtiéndose. A veces crecen en entornos en que escasea la información y en los que la educación juega un papel de control y no de independencia y desarrollo de juicio crítico. O sea, estamos saturados de mitos de toda índole. Veamos algunos de los más obvios en el panorama actual.

“La izquierda no puede ganar”. Viejo mito que hoy desmienten las encuestas y que, salvo un error mayúsculo de AMLO o el cambio dramático de estrategia de alguno de sus contrincantes, será desmentido en las urnas.

“Son injustas y caras las pensiones a ex presidentes”. Caras en un sentido absoluto sin duda lo son, pero también son un factor de estabilidad y, en un país sin Estado de derecho, un fuerte incentivo para la honorabilidad. La alternativa es infinitamente más cara.

“Todo lo que se requiere es aplicar la ley”. Muchas leyes, pocos derechos y cero Estado de derecho. ¿Quién, y con qué criterio, va a ser responsable de aplicar la ley: ¿el policía de la esquina? ¿el juez corrupto? ¿el gobernador de las grabaciones? Nos urge un Estado de derecho que sólo puede surgir de un amplio acuerdo político y una disposición a hacerlo valer de manera indiscriminada.

“La democracia ha hecho libres a todos los mexicanos”. Sin embargo, el contraste entre encuestas con urna (donde AMLO se sitúa más arriba) y sin urna (donde se registra una pequeña diferencia entre AMLO y Calderón) sugiere que muchos mexicanos piensan votar por AMLO pero no se sienten libres de expresarlo.

“Los pobres cubanos frente al imperio yanqui”. Pobres sin duda e imperio también; pero el absurdo embargo estadounidense es mucho más útil y funcional a Castro que a los propios americanos y ha tenido el efecto de sostener a un régimen represivo que ha sido tan diestro en capotear temporales gigantescos como la disolución de la URSS lo mismo que en manipular la política mexicana. Los cubanos pobres están desprotegidos pero no su gobierno y dueño. Cada vez que caemos en su juego abandonamos nuestros propios intereses y seguimos a pie juntillas un confeccionado en el Caribe.

“El PRI está muerto, el PRI va a arrasar”. Todo puede pasar, pero el PRI es parte integral de nuestra historia moderna. Seguramente morirá en algún momento pero, como alguna vez dijera Mark Twain, “las noticias sobre mi muerte son exageradas”.

“El PAN es un partido”. Si lo fuera estaría tratando de ganar. Pero el único que quiere ganar, independientemente de si está avanzando en esa dirección, es Calderón. Su partido está en otra cosa.

“AMLO está con los pobres, Calderón con los ricos, Madrazo con los corruptos”. Tres mitos artificiosamente construidos. Igual hay corruptos en el PAN, el PRI y el PRD que integrantes profundamente preocupados por la desigualdad en el blanquiazul y el tricolor. Todos los candidatos están con los ricos porque saben que son los empleadores que el país necesita. Pero la mitología que cada candidato ha hecho suya, o le ha impuesto a los otros, permite construir clientelas y leyendas (o las dos) que son parte fundamental de la guerra sucia en que se ha convertido la contienda actual. Antes que con nadie más, los candidatos están con ganar, a cualquier precio.

“Estados Unidos, el enemigo histórico”. Su expansionismo fue en buena parte a nuestras costillas, pero el uso caprichudo de la historia, sobre todo en la era del PRI, tuvo un propósito muy específico: legitimar al régimen revolucionario y protegerlo de desafíos políticos internos. Eso provocó –provoca– una indefinición sobre nuestro interés nacional y, peor, la imposibilidad de hablar de frente con nuestros vecinos para resolver o canalizar las diferencias y construir causas comunes a partir de las oportunidades que ofrece la frontera. Todo en lo obscurito.

“La institucionalidad democrática”. Todo mundo festina que ya somos un país democrático y contamos con instituciones a prueba de bala. Pero muchos de los mismos que festejan también dudan de la fortaleza de esas mismas instituciones. Aunque contamos con instituciones ejemplares como el IFE y el TRIFE, los partidos minan la credibilidad y legitimidad de estos órganos. La prueba de fuego: ¿qué pasa si AMLO no gana? ¿Qué pasa con el movimiento que ha construido que, por su misma naturaleza, no comenzó en esta temporada electoral y tampoco terminara el 2 de julio?

“Tres candidatos (o cinco) a la presidencia”, cuando en realidad tenemos dos candidatos y un movimiento social. Tema de enormes implicaciones potenciales.

“Ningún partido tendrá mayoría en el congreso por lo que todo seguirá paralizado”. Tal vez sí y tal vez no, pero hay que considerar dos aspectos: los últimos dos presidentes no eran políticos y nunca entendieron esa palabra. Además, como en la Rusia de Putin, no es imposible que el próximo presidente vuelva a centralizar el poder y a imponer su mando sobre todos los demás.

“El TLC protege la estabilidad porque hace sumamente oneroso cambiar sus reglas”, que es equivalente a decir que “los mercados financieros son envolventes y penalizan severamente cualquier cambio en la política económica de un país”. Aquí reside el tema más sensible en los próximos meses y años de México: ¿de verdad serán tan formidables estos mecanismos institucionales para garantizar la estabilidad? De emprender el próximo gobierno cambios importantes en materia económica, este mito doble se pondría a prueba como ninguno otro.

“Los derechos humanos son para los humanos, no para las ratas”, reza un mito hábilmente construido. Pero a su artífice se le olvidó que todo lo que sube tiene que bajar y ahora uno se pregunta ¿qué derechos irá a reclamar ahora?

La existencia de mitos es parte integral de la historia de todas las sociedades. No todos los momentos de la construcción de una nación son encomiables y eso lleva a la construcción, intencional o casual, de mitos: igual de los enemigos de la patria (como Iturbide) que de sus héroes (los Niños Héroes). La pregunta hoy es cuál de ellos probará ser realidad y no pura imaginación exacerbada.

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Luis Rubio

Luis Rubio

Luis Rubio es Presidente de CIDAC. Rubio es un prolífico comentarista sobre temas internacionales y de economía y política, escribe una columna semanal en Reforma y es frecuente editorialista en The Washington Post, The Wall Street Journal y The Los Angeles Times.