El acuerdo entre SNTE y Televisa para promover la “educación de calidad” a través de un programa de concursos deja nuevamente en entredicho al gobierno de Calderón. Si el nombramiento del nuevo director de la Lotería ya había provocado las críticas por considerar que dejaba la institución en manos de Elba Esther Gordillo, este nuevo acuerdo con la televisora consolida la percepción de la debilidad del gobierno para hacerle frente. Si bien la Maestra siempre ha buscado alianzas que le permitan poner a sus interlocutores en una encrucijada, en esta ocasión la operación “limpiar cara” es extrema. Con un monto de recursos públicos estimado en 150 millones de pesos Elba Esther logra: poner en marcha una campaña de renovación de imagen personal y del sindicato; obtener el favor del medio de comunicación más influyente del país; y encarecer los costos de cualquier intento del gobierno por terminar con los privilegios que le ha concedido. Aunque después de las elecciones se vislumbraba una oportunidad para el Presidente para tomar una decisión al respecto, el silencio de la SEP ante el hecho es un indicativo más de que este gobierno no tendrá lo que se necesita para romper con la Maestra.
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