En estos días, tanto el Gobierno Federal como los estados y la ciudadanía han demostrado su capacidad de coordinación para responder al brote de influenza porcina. Por ahora, la situación continúa delicada y el electorado vería con malos ojos la politización de un evento que afecta a todos por igual. Sin embargo, no se descarta que con el comienzo de la campaña este tema se torne más politizado. En las campañas en Nuevo León, por ejemplo, donde está muy cerrada la brecha entre PRI y PAN, de las tortas y los refrescos pasaron a tapabocas y gel antibacterial. Sin embargo, esto es irrelevante a comparación del verdadero riesgo para el partido en el gobierno: que se agrave la crisis económica.
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