Los recientes traspiés de miembros del gabinete presidencial abonan al deterioro de la imagen del gobierno de Calderón y evidencian la ausencia de una estrategia coordinada de comunicación. Las grabaciones del titular de SCT difundidas en recientes semanas son un claro ejemplo de la disputa que existe en sectores estratégicos para el desarrollo del país y la intención de imponer intereses particulares echando mano del golpeteo mediático. Por otro lado, las desafortunadas declaraciones de la canciller, Patricia Espinosa, y del secretario de Economía, Gerardo Ruiz Mateos sobre el clima de seguridad pública en el país, son muestra de la falta de tacto político de funcionarios clave del gobierno. En un contexto de crisis económica y de seguridad podría ser costoso para el Ejecutivo carecer de una estrategia certera de comunicación social, sobre todo en un año electoral donde los mensajes enviados tienen efectos importantes sobre la opinión pública.
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