La visita del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos muestra la cada vez más estrecha relación política entre los dos países vecinos. Aunque todavía sub-representado, el voto latino (dos terceras partes del cual es mexicano) fue clave en el último triunfo presidencial de Bush y podría volver a decidir la elección de los vecinos. No es extraño que los candidatos estadounidenses ya no se limiten a ponerse ocasionalmente sombreros de charro, sino que peregrinen a la Basílica de Guadalupe para ver si la Virgen les hace el milagro. Para los políticos mexicanos, muchos de ellos todavía muy ignorantes de los valores y dinámicas políticas estadounidenses, esta cercanía e interés de los vecinos deberá ser manejada con mucho cuidado. Equivocarse puede ser muy costoso, cuando los vecinos son tan poderosos.
La reproducción total de este contenido no está permitida sin autorización previa de CIDAC. Para su reproducción parcial se requiere agregar el link a la publicación en cidac.org. Todas las imágenes, gráficos y videos pueden retomarse con el crédito correspondiente, sin modificaciones y con un link a la publicación original en cidac.org
