La lucha por el liderazgo del PRD se ha planteado como una opción entre la izquierda razonable de los Chuchos, y la izquierda radical del amlismo. Algo hay de eso, pero el gran reto que la elección del 16 de marzo para el PRD es mantenerse como un partido unido y evitar la escisión de los pejistas (y de sus más radicales aliados) en caso del previsible triunfo de Ortega (ver sección Encuestas). Es también el reto del país, pues si la mayor parte de las fuerzas de izquierda operan dentro del sistema de partidos el futuro podrá ser complicado, pero las tensiones se manejarían en el marco institucional. Lo que difícilmente volverá a ser igual será el grado de cooperación legislativa que el PRD exhibió en 2007. Las siguientes batallas en el Congreso –reforma energética y laboral- tocan el centro ideológico de la izquierda, y la postura de chuchos y amlistas será de oposición a ultranza.
La reproducción total de este contenido no está permitida sin autorización previa de CIDAC. Para su reproducción parcial se requiere agregar el link a la publicación en cidac.org. Todas las imágenes, gráficos y videos pueden retomarse con el crédito correspondiente, sin modificaciones y con un link a la publicación original en cidac.org
