El dispendio en el ingreso que generan las rentas petroleras aunado a la brecha tecnológica que enfrenta PEMEX, no nos permiten hacer uso de la gran riqueza petrolera que poseemos para beneficio del desarrollo del país. La inversión privada en áreas estratégicas de la industria petrolera es no sólo necesaria sino urgente para el país. Lamentablemente, un problema recurrente en México ha sido la incapacidad de la clase política de comunicar y convencer a la gente de la importancia de algunas reformas para potenciar el desarrollo económico del país y la calidad de vida de sus habitantes. ¿Podrá ahora el gobierno diseñar un ejercicio de comunicación institucional convincente sobre la urgencia de modernizar a PEMEX? A 70 años de la expropiación petrolera, sería interesante recordar que el propio Lázaro Cárdenas consideraba la inversión privada como una opción para fortalecer la economía nacional.
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