Como candidato único en una elección anticipada, Germán Martínez, un Calderonista probado, asumirá este sábado la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PAN. Martínez tiene la ardua misión de articular el apoyo de los panistas al gobierno que emanó de sus filas. El nuevo dirigente ha enfatizado la necesidad de fortalecer la tradición doctrinaria de Acción Nacional. Es un enorme reto, considerando que un sector muy amplio de los doctrinarios del PAN teme perder al partido tras ganar por segunda vez la presidencia. Esta corriente considera que la doctrina del PAN y las nóminas oficiales no combinan ni fácil ni armónicamente; y le cuesta trabajo asimilar las altas dosis de pragmatismo, flexibilidad o franco contubernio con grupos insospechados (como la profesora Gordillo), que demanda la conformación de alianzas y consensos para gobernar al país y avanzar iniciativas políticas.
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