En el 2004 Gabino Cué fue candidato a gobernador de Oaxaca en una alianza opositora entre PAN, PRD y Convergencia. Seis años después lo volverá a intentar. El reto es enorme: vencer en la urnas al candidato de Ulises Ruiz y enfrentarse a una de las maquinarias electorales más difíciles de vencer. La pregunta es si el PAN se sumará a la alianza. Por una parte el PAN, después de nueve años en la Presidencia, sigue sin tener presencia en muchos estados, entre ellos Oaxaca. Sumarse a la candidatura de Gabino Cué es la única forma en la que podría dar la lucha en este estado. Por la otra, el apoyo de López Obrador a Gabino Cué y los eventos en los que han estado juntos hace que el PAN esté pensando dos veces si quiere ser parte de la alianza. Si bien a nivel federal la alianza pudiera parecer extraña, lo cierto es que a nivel local tiene mucho sentido. Oaxaca es un estado pobre que ha tenido gobiernos poco responsivos y responsables, por lo que las oportunidades de desarrollo que pudieran venir con la transición son enormes. Sin embargo, habrá que esperar a ver qué decide el PAN. La decisión es compleja, entre otras cosas, porque enfrenta a este partido con temas que aún no ha resuelto como: la estrategia que quieren seguir para tener mayor presencia nacional, definir cuál será su postura con respecto a candidatos no “panistas” a sus filas y, finalmente, el eterno debate entre lo ideal y lo real.
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