En medio de una compleja situación económica tiene sentido apostarle a uno de los sectores que más aporta al crecimiento del país: las telecomunicaciones. Eso es precisamente lo que parece estar haciendo el Gobierno Federal, al sentar las bases para un mayor competencia, y por lo tanto, mayor inversión en el sector. En su anuncio de esta semana, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes permite la entrada de Nextel al mercado de telefonía móvil y a Telefónica al mercado de radio, al tiempo que anuncia que después de años de rezago finalmente se licitarán las concesiones del espectro –que permiten ofrecer telefonía y banda ancha móvil. En meses pasados, el Presidente anunció la licitación de dos hilos de la fibra oscura de la Comisión Federal de Electricidad, que permitirán a otros operadores ofrecer servicios de telefonía, televisión e Internet. Por su parte, la Comisión Federal de Competencia emitió una declaración de dominancia para Telmex que le permitiría aplicar una regulación asimétrica al jugador más grande del sector. El mensaje para la empresa dominante y para el mercado es claro: habrá mayor competencia. De no atorarse en tribunales, las acciones emprendidas para destrabar la competencia en el sector, podrían transformarse en un legado positivo para la presente administración.
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