Desde que comenzó el sexenio de Calderón se veían venir problemas con el tema del aumento mundial en los precios de los alimentos. Fue hasta este domingo que vimos medidas concretas. A pesar del tiempo del que se dispuso para desarrollarlas parecen medidas apresuradas. Asimismo, el que se manejara en el discurso el tema como una “crisis alimentaria” hace ver al gobierno como rezagado en sus medidas y no como un gobierno que está en la vanguardia de los fenómenos mundiales. En vez de tener a un gobierno propositivo y que planea, el gobierno se ve hoy acorralado y a la defensiva.
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