Los rumores ponen a Fernando Gómez Mont fuera de la Secretaría de Gobernación (SEGOB). Vale la pena recordar que su llegada al cargo fue, en general, bien recibida por la clase política y opinadora, ya que se trataba de un político profesional, con experiencia y capacidad de negociación –perfil muy distinto al que el presidente Calderón había privilegiado a lo largo de su gestión: con poca experiencia y capacidad, cercanos y leales.
La naturaleza del cargo y la fortaleza que Gómez Mont alcanzó dentro del gabinete le ha llevado a pagar los costos de las acciones y fracasos de gobierno y de sus propios desatinos: lideró la defensa de la reforma política del Presidente, hoy detenida en el Congreso; ha sido la cabeza del gabinete de seguridad y prácticamente vocero del tema, asumiendo el costo de los errores del ejército y de sus declaraciones desafortunadas derivadas de intentar responder a todas las críticas; negoció condiciones del presupuesto 2010 con el PRI y ante la consolidación de las alianzas PAN-PRD quedó mal parado ante todas las fuerzas políticas.
Una eventual separación de su cargo obligaría a pensar que Gómez Mont había dejado de tener el peso que hasta hace unos meses tenía, pero también obliga a considerarlo como parte de los ajustes que los resultados electorales trajeron al círculo cercano al Presidente, donde Gómez Mont no tiene cabida entre los ganadores. En caso de darse el relevo en SEGOB, el perfil del eventual sustituto sería clave para entender la estrategia que el Presidente habría de seguir en el ámbito de la seguridad pública y en el de la interlocución de su gobierno con las fuerzas políticas.
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