A tres años del inicio de su administración, el presidente Calderón mantiene en el discurso la promesa de enfrentar a los grandes monopolios que frenan al país. Declaraciones recientes del propio Presidente colocan de nuevo el tema sobre la mesa, mientras que los líderes de las bancadas en el Senado lo apoyan.
Sin embargo, las palabras cuestan poco, y su retórica sigue sin traducirse en acciones concretas que inyecten competencia y cambien el balance de poder a favor de la ciudadanía. El Ejecutivo aún no presenta la iniciativa de reforma que fortalecería a la Comisión Federal de Competencia, tan prometida en campaña, en su último Informe, y en declaraciones subsecuentes. Tampoco ha concretado las licitaciones que permitirían inyectar una mayor competencia al sector de las telecomunicaciones.
Por su parte, el Congreso mantiene en la congeladora iniciativas presentadas por diversos actores para reformar la Ley Federal de Competencia Económica, introducir acciones colectivas y permitir mayor competencia en diversos sectores. Es decir, los legisladores acompañan al Presidente en su discurso contra los monopolios, pero al igual que éste se quedan cortos en la práctica.
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