El alza dramática de los precios de los alimentos básicos, producto del desarrollo de biocombustibles, del aumento en la demanda mundial por alimentos y de especulaciones en los mercados de futuros de mercancías, ha golpeado fuertemente a la economía mundial generando, desde luego, un efecto negativo para el país. En lo que va del año ha habido un efecto inflacionario importante en varios alimentos de consumo básico en México. El gobierno federal ha iniciado una estrategia para evitar el impacto de esta tendencia en lo local que incluyen una serie de medidas para apoyar al sector rural, garantizar el abasto, evitar el encarecimiento y la falta de acceso a los alimentos para los sectores más pobres y con menor poder adquisitivo. Sin embargo, esta crisis alimentaria es producto justamente de la intervención del Estado en la regulación de la economía mundial, el proteccionismo agrícola y los subsidios desmedidos. Esto nos hace preguntar qué otras vías se tienen para enfrentar un fenómeno de esta naturaleza.
La reproducción total de este contenido no está permitida sin autorización previa de CIDAC. Para su reproducción parcial se requiere agregar el link a la publicación en cidac.org. Todas las imágenes, gráficos y videos pueden retomarse con el crédito correspondiente, sin modificaciones y con un link a la publicación original en cidac.org
