El gobierno no sólo ha puesto en marcha una serie de medidas para estimular el crecimiento económico, también ha implementado una estrategia de comunicación que busca mantener la confianza en el rumbo económico del país. Se ha puesto especial énfasis en no utilizar el término “crisis” y en constantemente señalar que las condiciones actuales de nuestra economía reducen nuestra vulnerabilidad. Del “no nos pasará nada” se ha pasado al “nos pasará algo pero sin duda no como en décadas pasadas”. La situación que enfrenta el gobierno es complicada, por un lado tiene que ayudar a mantener la calma y por el otro no debe perder su credibilidad. De no conseguir ninguno de esos dos objetivos el panorama político y social podría complicarse bastante, en particular para Calderón y Acción Nacional.
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