La llegada de Gerardo Ruiz Mateos a la Secretaría de Economía, muestra la influencia creciente que ha adquirido el equipo cercano al presidente Calderón. El ingeniero Ruiz Mateos tendrá que cuidar que los fuertes vínculos que tiene con el empresariado mexicano se conviertan en un activo y no en un pasivo para su nueva responsabilidad (p. ej., en temas de proteccionismo y subsidios). Asimismo deberá procurar que su curva de aprendizaje en el nuevo puesto no sea demasiado prolongada. Al igual que en los anteriores cambios en Gobernación y Desarrollo Social, Calderón parece apostar a conformar su equipo de gobierno con funcionarios leales a su persona. La estrategia del Presidente refleja la consolidación y ganas de crecer del calderonismo gobernante, pero se antoja riesgosa para una administración federal que navega en aguas turbulentas y depende cada vez más de la pericia (y no solo de la lealtad) de sus operadores. El riesgo es que, en política, los vacíos de poder y operación se llenan, si no con amigos de adentro con “aliados” de afuera: basta mirar al Senado.
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