Las principales fuerzas políticas del país (PRI, PAN y PRD) acordaron esta semana una reforma petrolera mínima –centrada únicamente en la gestión de PEMEX- que en poco ayuda a resolver los profundos problemas de subinversión e ineficiencia del sector energético. Esto es un grave error porque precisamente en tiempos de crisis es cuando se necesitan las reformas de fondo.
Los legisladores acordaron recetarle a PEMEX menor regulación de la Secretaría de Hacienda y mayor injerencia del Congreso, mayores dosis de inversión pública presupuestal –ejercida por el propio PEMEX-, y la posibilidad de contratar servicios privados sujetos a cláusulas muy restrictivas. Las implicaciones más importantes de la aprobación de esta reforma son:
Lo positivo…
* Se concretaría la primer reforma en el tema petrolero en un país profundamente nacionalista y proteccionista en el tema. Esto sería un triunfo simbólico para el Presidente.
* Las tres fuerzas políticas experimentaron la labor de negociar en democracia en torno a la reforma de un sector controvertido.
* El PRD logró insertarse en el debate y hace valer su condición de segunda fuerza en el Congreso dejando de lado la aprobación de López Obrador.
* El PAN le quita al PRI el control político sobre PEMEX al pactar los términos de la reforma con el PRD.
Lo negativo…
* PEMEX podrá gastar más, pero sin el control del único regulador con dientes que ha conocido. En este sentido, podrá hacer uso creciente de sus excedentes de operación y realizar modificaciones a su presupuesto, sin requerir autorización de Hacienda.
* La paraestatal podrá endeudarse para realizar proyectos de manera directa, en lugar de contratar deuda en el esquema Pidiregas para proyectos que ejecutan particulares. Sin embargo, el ahorro en intereses se perderá en las ineficiencias por mayores tiempos de ejecución de los proyectos ejecutados por PEMEX.
* Se robustece el aparato burocrático que regula PEMEX y las oportunidades para que los legisladores tengan mayor injerencia en la paraestatal a través de la Comisión Nacional de Hidrocarburos y del Consejo Nacional de Energía.
* A final de cuentas, el proceso y el resultado refleja las prioridades de AMLO, quien demostró tener capacidad de controlar los procesos políticos en el país como si fuera el gobernante.
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