Durante la semana se cumplió el desafío de los 100 días del acuerdo nacional y el presidente dedicó una cuarta parte de su discurso con motivo de sus dos años de gestión al tema de la seguridad. El presidente impulsó la restauración de la presencia del Estado en regiones asoladas por la violencia, pero no ha podido desarrollar y difundir su labor en otras materias, porque el tema de la seguridad se ha mantenido en el centro de la atención nacional. Si bien se han dado decomisos históricos de droga, armas y dinero, la capacidad de operación y violencia de los grupos criminales no ha sido menguada significativamente. La violencia se ha desbordado (más de 4,600 ejecuciones) y se está extendiendo de las pugnas entre criminales al secuestro y la extorsión. Hoy los diputados discutirán en el pleno una nueva ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública con sus centros de información, certificación y control de confianza. Falta traducir la reforma de las instituciones abstractas, en la mejora de las organizaciones concretas y en el incremento en la calidad de los servicios de seguridad. Se está reconstruyendo el barco a mitad de la tempestad.
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