Una reciente encuesta de Jorge Buendía publicada en Excélsior muestra al PRI y al PAN perfilando niveles de voto similares (de alrededor de 40%) en la lucha por la Cámara de Diputados en el 2009. Por su parte, el PRD se dirige a su pasado de “medio partido” con un nivel de preferencias cercano al 17%. Si las tendencias observadas no se alteran, la nota de la elección federal del 2009 será el regreso del PRI hegemónico. La lección será muy clara: las estrategias post-electorales cuentan y cuestan. Y los priístas –de la mano de Beltrones, Paredes y su red de gobernadores– han sabido jugar el juego post-electoral mucho mejor que sus rivales.
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