La reforma electoral del 2007 tuvo un objetivo primordial en su formulación: que la contienda electoral fuese lo más equitativa posible. Pensando en ello los partidos grandes concibieron una fórmula para repartir los espacios en radio y televisión por la cual 30% de los espacios se repartiría de forma idéntica para cada uno de los partidos y 70% se repartiría de acuerdo a los resultados de la elección federal inmediata anterior. Según ésta fórmula, la propaganda para las elecciones federales de 2012 quedaría de la siguiente manera: de cada 100 spots, a la probable coalición PRI/PVEM le corresponderán 41, al PAN 25, 13 al PRD, 7 al PT, 6 a Convergencia y a Nueva Alianza 7 (MILENIO 11/7/09). Si a lo anterior sumamos la desaparición del corredor azul y las fuertes derrotas del PRD en territorios como Ecatepec y Netzahualcóyotl el escenario no podría presentarse más favorable al PRI en su intención de recuperar la presidencia.
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