Hace un año se creó el Fondo Nacional de Infraestructura (FNI) para hacer frente a los retos impuestos por la crisis económica global, pero aún no queda clara la estrategia para asignar estos recursos. El FNI pretende canalizar 270 mil millones de pesos en el periodo 2008-2012 combinando inversión pública y privada para construir y reparar infraestructura carretera, hidráulica, ferroviaria, portuaria y aeroportuaria. Los retos para el correcto ejercicio de estos recursos en el actual contexto de crisis no son menores. Aunque el Fondo fue creado para dar confianza a inversionistas, el financiamiento privado para proyectos de infraestructura se encuentra paralizado a nivel global. Adicionalmente, todos los niveles de gobierno han demostrado incapacidad, en términos legales y burocráticos, para procesar los recursos presupuestales a tiempo –hacia finales del 2008 la SCT aún no ejercía un tercio del presupuesto asignado. Finalmente, existe el dilema entre aprobar proyectos que estimulen el empleo y la producción a corto plazo para reducir los efectos negativos de la crisis, o proyectos de alto valor agregado con ejecución de largo plazo, y que servirían para impulsar la productividad del país una vez pasada la recesión. De no encontrar soluciones adecuadas para estos retos el gobierno podría perder la oportunidad de inyectar dinamismo a la economía.
La reproducción total de este contenido no está permitida sin autorización previa de CIDAC. Para su reproducción parcial se requiere agregar el link a la publicación en cidac.org. Todas las imágenes, gráficos y videos pueden retomarse con el crédito correspondiente, sin modificaciones y con un link a la publicación original en cidac.org