Invertir en las familias

Finanzas Públicas

En México aún se pueden llevar a cabo muchas medidas relativamente sencillas para aumentar la productividad y, por lo tanto, el crecimiento económico del país. Dos de ellas son invertir en las familias con niños e implementar políticas que alienten una más fácil incorporación de las mujeres al mercado laboral.
En México se invierte poco en las familias. Aún con programas como “Oportunidades” y “Estancias Infantiles”, gastamos menos del 1% del PIB en apoyar a las familias con niños, cuando el promedio de los países de la OCDE es de 2.2%. Asimismo, la tasa de cuidado infantil formal entre niños y niñas menores de 3 años es del 6% cuando el promedio de los países de la OCDE es del 31%.
Porque son las mujeres quienes llevan a cabo gran parte de las labores en el hogar, no invertir en las familias limita la participación de la mujer en la economía. Hoy vemos que gran parte de los llamados “ninis” (que “ni estudian, ni trabajan”) son en realidad mujeres que trabajan mucho, pero de forma no remunerada. Para estas mujeres, el costo de delegar sus responsabilidades en el hogar es más alto que lo que ganarían a través de un empleo remunerado. Sin embargo, porque las soluciones colectivas acarrean economías de escala, las labores de cuidado serían más delegables si hubiera más y mejores guarderías y asilos, por ejemplo.
En las últimas décadas, la entrada de la mujer al mercado laboral creció de forma exponencial. Gran parte de esto se debe a un red familiar que cuida de los niños y enfermos. Por ejemplo, muchas mujeres difícilmente hubieran podido trabajar o incluso estudiar si sus propias madres no les ayudaran con el cuidado de los hijos. Sin embargo, esto es una especie de “bono generacional” que no durará mucho tiempo más, primero porque cada vez más las abuelas también trabajarán, y segundo, porque al aumentar la edad en que se tiene hijos, las abuelas serán mayores y estarán menos dispuestas a ayudar con las labores del hogar. Asimismo, en las próximas décadas las mujeres tendrán que realizar más actividades de cuidado a enfermos de la tercera edad, ya que las personas tienen un cada vez menor número de hijos y en éstos recaerán, pues, muchas de las labores de cuidado inter-generacional. Así, en las próximas décadas tendremos una realidad muy diferente, que podría convertirse en una limitante si no se llevan a cabo los cambios ideales.
El objetivo es lograr que las personas dependientes puedan ser cuidadas por personas profesionales y bien capacitadas, y que las mujeres, en roles de cuidado, puedan acceder a un empleo remunerado y aumentar así su ingreso familiar.
Para esto, ¿qué puede hacer el gobierno?
El Ejecutivo y Legislativo deben impulsar una ley laboral que funcione y le permita a las mujeres tener empleos formales con mayor flexibilidad; crear un entorno regulatorio adecuado para que exista más inversión privada en asilos, guarderías, escuelas de enfermería, etc.; y dar un mayor apoyo a programas como “Estancias Infantiles”, entre otros.
El próximo Presidente o Presidenta de México va a tener una gran ventana de oportunidad: invertir más en las familias de forma tal que se incremente la participación de la mujer en el mercado laboral y, con esto, la productividad.

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