Más relevante que la contracción de la economía en el primer trimestre de 2009 (-8.2%) es la perdida en el bienestar de la población expresada en su poder de compra. El anuncio de contracción de -28% del PIB per cápita seguramente será el as que la oposición estaba esperando. Adicionalmente, el anuncio del incremento en la tasa de desocupación, que llegó a 5.25% en abril, abona también en contra. Los resultados económicos del primer trimestre son desalentadores, por lo que es importante precisar su impacto:
La caída en el PIB per cápita de -28% está medida en dólares (es decir, impactada por la depreciación del tipo de cambio), si se mide en pesos la caída en la capacidad de compra doméstica es de -3.3%. Negativo, pero no devastador.
En materia de empleo hay que poner atención a la cifra de subempleo que sube de 7.5% a 12% de la PEA; lo que junto con la mayor desocupación implica que menos gente tiene trabajo, pero que la que tiene estaría dispuesta a trabajar más para compensar la pérdida en su poder de compra y la economía no está dando espacios para que eso pase.
En un escenario donde las encuestas de opinión sobreponen ya al problema económico sobre la seguridad, el partido en el gobierno verá su estrategia electoral monotemática comprometida ya que la realidad se encargó de tirar por la borda el argumento de la “crisis que viene de fuera” por el de la “crisis que se quedó”
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