Sin el atractivo de una contienda presidencial, las elecciones intermedias se caracterizan por una mayor tasa de abstencionismo. Con menos ciudadanos interesados en acudir a las urnas, las estructuras corporativas y de movilización del voto adquieren mayor relevancia para el éxito electoral. Elba Esther Gordillo lo sabe muy bien y apuesta a tejer alianzas formales e informales con los tres partidos grandes, para sacar el máximo provecho de la maquinaria electoral que representa el SNTE. Con el PAN se perfila de entrada una candidatura conjunta –vía el PANAL– para la gubernatura de Nuevo León. En la pista del sol azteca, la cercanía de la Maestra con el Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard deberá ser factor en la capital del país. La historia con el PRI será diferente estado por estado, con escenarios de evidente cercanía (Coahuila) y otros de confrontación (Veracruz). Así, los objetivos de la maestra para las próximas elecciones están claros: mantener el registro del PANAL y diversificar su apuesta electoral para que después del 5 de julio haya más actores a quien cobrar favores.
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