El Presidente Calderón ha sido un exitoso y audaz apostador. Hasta ahora, siempre con las probabilidades en contra, ha salido adelante (frente a Creel, Fox y AMLO, sucesivamente). Ahora, el presidente ha decidido “jugársela” en los frentes más delicados de su estrategia política hacia las elecciones intermedias de 2009 (SEGOB, PAN, SEDESOL) con un grupo de políticos jóvenes reclutados por él mismo en la última década. Toda fuerza se mide según la resistencia a la que vence, los experimentados actores con los que lidiarán los nuevos funcionarios darán cabal dictamen de su capacidad. Sea cual sea el resultado, se puede apreciar a un presidente asentado, con una clara definición de prioridades y un conjunto de acciones y decisiones orientadas en esa dirección.
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