En la búsqueda de su viabilidad electoral, el Partido del Trabajo y Convergencia consolidaron la coalición “Salvemos a México”, con la que contenderán en los comicios del 2009. El PRD ya apostó a competir por su cuenta, y no estuvo dispuesto a ceder para que PT y Convergencia continuaran sacando provecho del Frente Amplio Progresista. Lo relevante aquí es cuántos votos vale López Obrador y saber si decidirá trasladarlos al PRD o a la coalición PT-Convergencia. En cuanto a los otros partidos pequeños, su supervivencia dependerá de sus propias estructuras y de la capacidad para tejer alianzas con los partidos más grandes. El PANAL y el Verde apuestan, respectivamente, a la fuerza del sindicato de maestros y a una alianza con el PRI. El panorama se ve más complicado para el Partido Social Demócrata, que carece de una estructura partidista desarrollada y no ha hilado una alianza con algún partido grande. La lucha por el registro de los pequeños partidos muestra la dificultad que enfrentan para consolidarse como opciones políticas y que las reglas del juego electoral fortalecen cada vez más a los tres grandes.
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