Con más de tres millones de electores, el 13 de noviembre se elegirá al Gobernador, diputados locales y presidentes municipales en el estado de Michoacán. Aún con una política local con rasgos propios, diversas características están convirtiendo al estado en un laboratorio electoral para las elecciones presidenciales de 2012: en primer lugar, es una de las pocas entidades con una disputa tripartidista real, por lo que el voto de los electores indecisos será determinante; en segundo lugar, mostrará el impacto de la inseguridad en la decisión electoral de los ciudadanos y; por último, establecerá con mayor claridad la capacidad real del Gobierno Federal para impulsar la campaña de un candidato panista que se encontraba por debajo, sustancialmente, en las encuestas.
El PRD en Michoacán presenta un desgaste de poder como consecuencia de las pugnas internas del partido -tanto a nivel nacional como local- y la mala gestión del gobierno de Leonel Godoy en términos de desarrollo económico e incidencia delictiva. Como resultado, el bastión históricamente perredista se ha convertido en un estado en el que ningún candidato o partido tiene un apoyo electoral abrumador. Mientras que casas encuestadoras como el Gabinete de Comunicación Estratégica ponen a Luisa María Calderón 10 puntos por arriba de Fausto Vallejo, candidato a gobernador del PRI, Reforma y Excélsior tienen a la candidata panista en tercer lugar. Cabe resaltar, que el PAN en el estado no es visto como el culpable del problema de inseguridad. De hecho, el electorado parece identificar al partido y al Gobierno Federal como la alternativa de mano dura y solución al problema. Esto vislumbraría la posibilidad que al PAN le vaya mejor en estados ocupados por fuerzas militares -institución con mayor aprobación ciudadana en el país. El PRI, por su parte, se posiciona bien ante el problema de inseguridad y, sobre todo, respecto a la incapacidad de gobierno del PRD.
El caso de Luisa María Calderón es interesante. Con un apoyo menor al principio de la campaña, su creciente ascenso en las encuestas es resultado de al menos dos fenómenos: por un lado, existe una alta expectativa del efecto que generará ser hermana del Presidente, tomando en cuenta que en el estado Felipe Calderón tiene una alta popularidad; por otro lado, Luisa María Calderón ha logrado posicionarse en el discurso de seguridad, aún cuando es el mayor problema que enfrenta la administración panista a nivel nacional; finalmente, el género se vuelve una opción de cambio que presentar al electorado. Si Luisa María Calderón llega a ser elegida gobernadora, se mostraría que el tema de seguridad puede ser usado a favor del candidato panista, aún cuando los índices de criminalidad sigan incrementándose; que una mujer puede generar una expectativa en el electorado distinta y; que el Presidente puede no ser un pasivo en la formación de un candidato. Reflexiones interesantes para 2012.
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