Aunado a la crisis de seguridad y violencia latente en Michoacán –con un máximo de 35 secuestros por cada 100 mil habitantes en 2010-, y la incremental tala ilícita –que ha generado enfrentamientos constantes entre habitantes de pequeñas localidades y grupos criminales como sucedió en Cherán-, los casos de Nueva Jerusalén (donde se destruyó una escuela primaria, y siguen las manifestaciones frente a Casa de Gobierno solicitando la liberación del jefe de tenencia de la comunidad, Cruz Cárdenas Salgado), los normalistas de Tiripetío, Arteaga y Cherán, y la irrupción violenta en las oficinas de representación del gobierno de Michoacán en el DF, han puesto en la prensa nacional el severo problema de ingobernabilidad en la entidad. Por lo tanto, la pregunta subsecuente fundamental es una: ¿por qué se ha incendiado constantemente Michoacán durante los últimos años y qué hay detrás del conflicto educativo? La respuesta toma al menos dos aristas: por un lado, circunstancias endógenas a la entidad, sobre todo el efecto de la transición de la gubernatura y el efecto de esto sobre los grupos clientelares dependientes del gobierno; por otro lado, condiciones exógenas a la entidad, particularmente relacionadas a la dificultades de operación de algunas secciones magisteriales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Al menos durante dos periodos de gobierno –aquel de Lázaro Cárdenas Batel y el que fuera su secretario de Gobierno y más tarde gobernador, Leonel Godoy-, el PRD en Michoacán se concentró en construir una red de clientelas, prebendas y prestaciones. Frente a la compleja dinámica generada en el estado, el PRI ha sido incapaz de agarrar los hilos necesarios al menos por dos razones. En primer lugar, su campaña se desarrolló fortaleciendo grupos políticos distintos a los respaldados económicamente por el PRD. Como evidencia cabe resaltar lo declarado por Julio Hernández, vocero del gobierno del estado de Michoacán, quien señaló que durante los últimos años en la entidad se alimentó desde el sector público una industria del chantaje, que desafortunadamente se convirtió en la más próspera, lo que ha hecho que se tenga una efervescencia política mayor que la de otros estados. En segundo lugar, la compleja dinámica de la entidad –calculada en 40 mil millones de presos- no ha sido del todo comprendida y controlada por el gobierno de Fausto Vallejo. Se podría señalar un problema de curva de aprendizaje de los aspectos de gobernabilidad centrales en el estado, pero esta explicación resulta débil al pensar la amplia experiencia como funcionario y presidente municipal de Morelia que tiene Vallejo.
Ahora bien, si el ajuste por la transición de gobierno explica parte del surgimiento de múltiples conflictos en la entidad en los últimos meses, no logra explicar del todo por qué Michoacán se tornó mucho más ingobernable. En primera instancia, existe un problema en las directrices educativas negociadas a nivel federal entre la SEP y el SNTE las cuales acaban por tener dificultades de operación influidas por la disidencia magisterial. En segunda instancia, el incumplimiento de promesas de Vallejo a los normalistas en la entidad. El vocero de los normalistas ha señalado que por la falta de atención y soluciones a sus demandas y peticiones las acciones y movilizaciones se intensificarán. De hecho, el freno a las negociaciones a principios de la semana por parte del CNTE y los normalistas fue por la exigencia de liberación de los estudiantes, la cual se concretó hasta este miércoles. Por último, mucho del problema se centra en la reforma educativa a las normales de 2009 y que no ha sido implementada en la entidad.
Tomando en cuenta la situación en la entidad, nos quedamos con una pregunta para futuros análisis, ¿qué conflictos futuros son previsibles y si dichos conflictos serán el punto de quiebre de gobernabilidad en el estado actualmente bajo manos del tricolor?; ¿serán “exportables” a nivel nacional? Igual de importante, ¿tiene sentido emplear una versión de “mano dura” como ha hecho Vallejo sin tener capacidad de controlar las consecuencias?
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