El Grupo Parlamentario del PRI en la cámara de Diputados presentó su iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo con el argumento de flexibilizar el mercado laboral y, en principio, otorgarle mayores incentivos a los empleadores para contratar nuevos trabajadores. Lo más interesante de esta iniciativa es que a pesar del alto consenso que parece tener entre los actores involucrados, el contexto electoral podría poner en riesgo su eventual aprobación.
A diferencia de la iniciativa en la materia presentada el año pasado por el Ejecutivo Federal, la que esta semana presenta el Diputado del PRI, Tereso Medina incluyó una socialización y cabildeo previo con los distintos sectores involucrados: patronal, obrero-sindical y gubernamental. En general todos han manifestado, al menos en el discurso, su simpatía a la iniciativa -incluído el Presidente Calderón.
Sin embargo, esto podría no ser suficiente para lograr su aprobación. A pesar del consenso público en torno a la utilidad de la iniciativa en la modernización, flexibilización e incremento de la productividad en el país, la presencia de procesos electorales abiertos y el inicio, al menos informal, de la carrera por la elección de 2012 podría enfrentar a los distintos grupos de poder y convertir la iniciativa en moneda de cambio para generar o reventar alianzas y construir respaldos políticos y apoyos electorales. En caso de no aprobarse una iniciativa en la materia, el empleo y la productividad del país continuarán siendo los principales afectados.
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