La propuesta de reforma política del Distrito Federal ha sido respaldada por todos los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa del DF y ha contado con el impulso del Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard. Esta condición de consenso suma puntos a Ebrard, tanto en capacidad de negociación política como en términos de planeación estructural –los beneficios de una reforma de esta naturaleza se presentarían más allá de la actual administración. Sin embargo, a pesar del respaldo, su aprobación en el Senado de la República no será fácil.
Para empezar, en el Senado ya hay una iniciativa de reforma política del DF presentada este mismo año por la Comisión del DF que preside el PRI, lo que sin duda hará más complejo el proceso legislativo. Por otro lado, de cara a 2012 los partidos políticos podrían no estar dispuestos a aprobar una iniciativa de tal relevancia que beneficie la imagen de un potencial candidato contrincante –menos considerando que el tema ha sido bandera de Ebrard incluso antes de ser Jefe de Gobierno.
La propuesta que esta semana será llevada al Senado parte de tres ejes rectores: la convivencia del gobierno local y los poderes federales; los aspectos legales para alcanzar plena autonomía en la vida interna de la Ciudad (respecto a su vida constitucional y a la funcionalidad de sus poderes administrativos);y el fortalecimiento del federalismo (respecto a su soberanía presupuestaria y financiera).
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