Hace unas semanas hablé en este espacio del fenómeno de Reshoring y de cómo, de dirigir sus esfuerzos en la dirección correcta, México puede convertirse en la mejor opción para recibir parte de la inversión que saldrá de China en los próximos años. Hoy hablaré de algunos de los resultados más contundentes del estudio Reshoring México 2014 publicado esta semana por el Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC).
México está frente a una oportunidad histórica. Pero ¿cómo sabemos esto? Se calcula que la inversión que buscará reubicarse en Norteamérica de aquí al 2020 es de $120 mil millones de dólares. Esto equivale a 3.5 veces la inversión extranjera directa (IED) recibida en México en 2013 que fue el año de mayor IED de la última década. Internamente México también está en un buen momento. Sobretodo porque la inversión siempre crece después de un periodo electoral y vuelve a caer cuando llega el próximo.
Vale la pena aclarar que no son todas las industrias las que buscarán reubicarse. Con la metodología desarrollada por CIDAC se determinó que, aquellas con mayor probabilidad de hacerlo, son: Electrodomésticos, Computadoras y Electrónicos, Plásticos y Hule, Metalmecánicos, Fabricación de equipos de transporte, Muebles, Equipo eléctrico y Equipo médico. La relevancia de tener esta lista es que sabemos que son industrias que tienen una serie de necesidades específicas. Por ejemplo, sabemos que estas industrias requieren servicios de carga, servicios de seguros, licencias y franquicias, servicios de comunicación, entre otros.
Así, no todos los estados tienen la misma capacidad para atraer esta inversión. Los 5 estados con mejor posibilidades para atraer a estas industrias son: Chihuahua, Nuevo León, Baja California, Estados de México y Jalisco. El índice considera dos ángulos, por un lado, analiza la capacidad del estado para poder recibir esta inversión y, por el otro, toma en cuenta el tamaño del mercado.
El estudio muestra, de muchas formas, como no ha habido una política que busque atraer inversión y quitar las trabas a la productividad, mucho menos pensar en cómo atraemos inversión que buscará salir de China. El tema energético es el mejor ejemplo. Sabemos que solo el 62% de los parques industriales tiene acceso a gas natural, el 75% tienen acceso a una subestación eléctrica, el 54% construyó una subestación eléctrica para su operación y el 82% la donó a CFE para su operación. Pero también hay muchos otros temas que preocupan. Por ejemplo, parques públicos que se establecen por cuestiones políticas en una ubicación donde no hay acceso a agua o a transporte, empresas que no pueden tener páneles solares porque cada semana sufren del impacto de balas perdidas, entidades de gobierno que piden grandes montos de dinero solo para evaluar si podrá resolver o no el problema, entre muchos otros.
Hay a quienes no les gusta hablar de la oportunidad que se presenta porque consideran que se trata de competir con China solo a través de mano de obra barata o que las empresas que llegarán se pueden ir fácilmente. Sin embargo, si quitamos las barreras a la productividad y competimos por atraer inversión que detone el desarrollo del país, todo lo demás caerá en su lugar.
La reproducción total de este contenido no está permitida sin autorización previa de CIDAC. Para su reproducción parcial se requiere agregar el link a la publicación en cidac.org. Todas las imágenes, gráficos y videos pueden retomarse con el crédito correspondiente, sin modificaciones y con un link a la publicación original en cidac.org
