La emergencia mostró deficiencias estructurales del sistema de salud mexicano. En el centro está la falta de atención médica oportuna y la tendencia a la auto-medicación. En la auto-medicación hay factores: (i) de demanda: la falta de una cultura de salubridad y el impacto de los gastos de atención médica en el bolsillo de la población; y (ii) de oferta: deficiencias en la calidad de la atención del sector público y en la regulación del privado. La cercanía con las elecciones favorece la politización de la respuesta del sistema de salud ante la influenza y seguramente se escucharán más descalificaciones que propuestas en el futuro próximo. Sin embargo, es un hecho que la oportunidad para impulsar una reforma en el sector está ahí.
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