La reciente nominación de Gabriel Quadri como candidato del PANAL a la presidencia, si bien no altera significativamente las posiciones de los otros contendientes, sí implica cierta modificación a la dinámica de la elección. Aunque las probabilidades de que Quadri gane el 2 de julio son ínfimas, sin importar cuán pequeño sea el porcentaje de votación que obtenga, lo interesante será ver cuál de los otros candidatos es aquel que pierde dicho porcentaje. Incluso cuando Quadri es un personaje con agenda propia, habrá que ver qué tanto puede Elba Esther Gordillo hacer uso de él para perjudicar o beneficiar a López Obrador, Peña Nieto y Vázquez Mota según sus intereses.
El hecho de que Gabriel Quadri se especialice en aspectos ambientales, aunado a su postura similar a la de la izquierda respecto a algunos temas sociales -como el aborto- podría convertirlo en una opción viable para algunos votantes que, de no existir esta opción votarían por López Obrador. Por otro lado, debido a su posicionamiento liberal en cuanto a temas económicos -como la apertura del sector petrolero- podría también atraer algunos electores que hasta hoy eran más afines a Josefina Vázquez Mota. Por su parte, independientemente del personaje, la ruptura de la alianza PRI-PANAL, le resta a Peña Nieto el porcentaje de voto magisterial que responde al sindicato, además de la operación política que representa. El papel disruptivo, aunque mínimo, que, dada su posición en la contienda, puede jugar el candidato del PANAL, obligaría a los demás participantes a pronunciarse sobre temas que, en ausencia de él, pudieran preferir evadir. En este sentido, el PANAL cumple ya con la función de empoderar electoralmente a Elba Esther Gordillo y, siempre y cuando Quadri no cometa errores que minen esa base, cualquier cosa que logre sumar es ganancia para ella y para el partido. Desde luego, todas estas elucubraciones dependen, a final del día, de la dinámica de la elección: en la medida en que ésta se torne de dos, la relevancia de Quadri disminuye.
En los últimos meses se ha venido generando la especulación de que, gane quien gane, habrá que tomar medidas respecto a la figura de la lideresa del sindicato de maestros. El desempeño electoral del PANAL será importante en esta dinámica. Sin embargo, al final del día, el tema central que yace detrás del PANAL es el educativo y es en esa dirección que, presumiblemente, se concentrará toda la atención. Más allá de su candidato, el verdadero desafío del PANAL será no colapsarse, circunstancia que, en el ámbito político, tendría mucho mayor efecto sobre las percepciones. El sindicato con partido político puede acabar expuesto a mucho más que la pérdida de un registro o la evidencia de una pobre representatividad.
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