El PRD parece no poder salir de su atolladero político de siempre. Si bien la discusión de la reforma energética y la crisis en materia de seguridad pública han opacado las tensiones internas que se viven dentro del partido, estas permanecen inamovibles. En la celebración del Consejo Nacional el fin de semana pasado, los “encinistas” cerraron las instalaciones donde se sostendría la reunión forzando a los “chuchos” a buscar una sede alterna. A pesar de ello, se sesionó y se llegó a acuerdos como la designación de Guadalupe Acosta Naranjo como presidente del partido hasta el 2010 y la renovación de la dirigencia para el 14 de febrero de ese año. Sin embargo, el grupo de Encinas y AMLO sigue llamando a renovar la presidencia este mismo año y proponen para ello a Lázaro Cárdenas Batel, quien es visto como una figura de unidad. Mientras tanto el partido se encuentra profundamente dividido al interior y esto le dificulta la toma de decisiones políticas y en el Legislativo. Por lo pronto, este jueves asistirá Ebrard a una reunión con Calderón para discutir el tema de seguridad pública y el 25 de agosto esperamos la iniciativa energética del PRD. Falta ver cómo operan las resistencias del PRD ante la coyuntura política.
La reproducción total de este contenido no está permitida sin autorización previa de CIDAC. Para su reproducción parcial se requiere agregar el link a la publicación en cidac.org. Todas las imágenes, gráficos y videos pueden retomarse con el crédito correspondiente, sin modificaciones y con un link a la publicación original en cidac.org