Es poco factible que el PRI acepte apoyar el paquete de iniciativas legislativas que presentó el Ejecutivo en materia de seguridad, ya que los beneficios electorales derivados de su aprobación serían capitalizados mayoritariamente por el PAN. El PRI se alejó del tema de seguridad presentando otras propuestas electoralmente rentables que van desde establecer límites y mayores controles al poder presidencial, como la ratificación del Congreso de la Unión del gabinete del Presidente, hasta el establecimiento de mecanismos de democracia directa, como el referéndum en caso de reformas constitucionales y la revocación de mandato, como instrumento de evaluación del desempeño del titular del Ejecutivo Federal. Si consideramos que existe una alta probabilidad de que el PRI pueda recuperar la Presidencia de la República en el 2012, sus propuestas resultan útiles electoralmente, pero poco viables y convenientes para el partido en el mediano plazo.
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