En el 2009 habrá elecciones para elegir gobernador en seis entidades: Campeche, Colima, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora. La experiencia post-alternancia en el Ejecutivo Federal ha mostrado que los mandatarios estatales llevan mano para designar e impulsar la elección de su sucesor. Sin embargo, este año hay dos casos en los cuales el escenario de continuidad podría no presentarse. En San Luis Potosí, el PAN tomó una apuesta arriesgada al designar como candidato a Alejandro Zapata, dada su posición de distancia, e incluso confrontación, con el gobernador de los Santos. Los gobernadores tienen pocos incentivos para mover la maquinaria estatal en apoyo de un candidato que no es el suyo, lo cual compromete el triunfo panista en SLP. En cuanto a Nuevo León, esta es la elección más importante para el PAN, por la importancia política y económica de la entidad y por haber ya gobernado ahí. Así, el blanquiazul está dispuesto a ir en alianza con el PANAL para derrotar al PRI. Todavía no se han designado candidatos, pero todo apunta a que en ambos frentes se privilegiarán candidaturas que puedan generar arrastre entre los votantes. Tras dos años de fracasos en lo local, San Luis y Nuevo León son dos elecciones que el PAN no se puede permitir perder.
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