Aunque el día del anuncio del último plan contracíclico de la administración Calderón la oposición pareció respaldarlo, actores del PRI y el PRD externaron críticas al plan gubernamental. Beltrones lo criticó por insuficiente y señaló que algunas acciones (créditos para lavadoras y refrigeradores) serán usadas para clientelismo electoral. Ebrard presentó un programa de recorte salarial a la burocracia del DF para subrayar la ausencia de austeridad en el plan federal. Las recientes críticas son lógicas: la conducta más natural de la oposición en época electoral es oponerse. Lo extraño más bien era que estas críticas no hubieran sido inmediatas. En los meses venideros muy probablemente se verá a la oposición lanzarse con más dureza contra el gobierno y sus planes. Desde la izquierda, los críticos pedirán mucho más gasto. Desde la derecha, se criticará la falta de reducción de impuestos y el alto precio de las gasolinas. Todos pedirán más austeridad y menos clientelismo. El Gobierno Federal tendrá que posicionarse para obtener el voto del electorado, pero si quiere que el respaldo popular sea duradero, tendrá que encontrar el programa económico que saque mejor y más rápidamente al país del atolladero.
La reproducción total de este contenido no está permitida sin autorización previa de CIDAC. Para su reproducción parcial se requiere agregar el link a la publicación en cidac.org. Todas las imágenes, gráficos y videos pueden retomarse con el crédito correspondiente, sin modificaciones y con un link a la publicación original en cidac.org
