El Gobierno del Distrito Federal proclama la captura de los “presuntos” secuestradores y asesinos del joven Fernando Martí. El gobernador de Tabasco anunció la aprehensión del “presunto” líder de “Los Zetas” en el estado. Mientras tanto, fuerzas federales detenían a policías de Tabasco y Torreón por “presuntos” vínculos contra el narcotráfico.
No importa que el GDF ni la SSP no logren explicar el cómo de la operación policiaca que los llevó a atrapar tan jugoso botín. Que el famoso programa SP3, tan anunciado en los spots del gobierno del DF, no sea conocido ni por el propio Procurador capitalino Miguel Ángel Mancera. Tampoco importa que la familia del que dicen ser el líder máximo de la banda La Flor, quien está en este momento hospitalizado y sin poder hablar en su defensa, desmienta a capa y espada la versión del gobierno. Y menos aún importa que en todos los casos exista un nexo directo de los delincuentes con los órganos de seguridad del país. Parece que lo importante para el gobierno es apresurarse a simular que el sistema de seguridad pública funciona. Está por verse si la percepción generalizada de que el problema de inseguridad ya rebasó al gobierno comenzará a atenuarse con estos hallazgos o tanta “presunción” se revierte en contra de los gobiernos ante la falta de contundencia en los casos.
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